La calidad o cantidad del conocimiento no es lo relevante en sí mismo, sino lo que ocurre en este niño durante el proceso de aprendizaje. Por eso hoy te explicamos las causas de los problemas de aprendizaje.
Se puede afirmar que el desarrollo del niño se estructura alrededor del aprendizaje escolar, de ahí la importancia del «no-aprender».
Causas del “No – Aprender”
Podemos distinguir dos grandes grupos cuando nos referimos a las causas de los problemas de aprendizaje.
Por una parte existen causas biológicas u orgánicas, es decir, estarían en el niño independientemente de su entorno y ameritan un abordaje específico.
Por otra parte están aquellas que no tienen una explicación orgánica y tiene más relación con el ambiente donde se desenvuelve el niño.
a. Causas Biológicas
En este grupo encontramos todo lo que estaría englobado en la educación especial, bien sea por dificultades en el desarrollo como consecuencia de lesiones cerebrales, enfermedades o condiciones genéticas.
1. Lesiones Cerebrales
Las lesiones cerebrales congénitas más comunes están relacionadas con la hidrocefalia o por enfermedades de la madre durante el embarazo.
Mientras que entre las lesiones cerebrales adquiridas se encuentran los problemas durante el parto, bien sea por larga duración o alguna complicación que impida la llegada del oxígeno al cerebro por un tiempo prolongado.
2. Traumatismos
Igualmente pueden producirse por accidentes que involucren traumatismos craneoencefálicos, hemorragias en el cerebro o infecciones como la meningitis.
En este apartado también se ubican los Trastornos Específicos del Aprendizaje, pues aunque sus causas aún están bajo investigación, se sabe que el origen también es de base orgánica.
3. Trastornos
Los Trastornos Específicos del Aprendizaje inciden directamente en la adquisición de destrezas como la lecto escritura y el cálculo, como la dislexia y la discalculia.
b. Causas Socio – Emocionales
Este apartado es más complejo, son esos niños cuyo bajo rendimiento no se explica por ninguna causa física. Usualmente son etiquetados como flojos, distraídos o apáticos.
En estos casos el bajo rendimiento escolar es una forma solapada de manifestar otro conflicto subyacente de origen emocional.
Aquí podemos a su vez distinguir dos tipos de situaciones, el niño que no tiene deseo de aprender y el que sí pero no lo consigue.
1. Rechazo al Aprendizaje
En el primer caso el rechazo hacia el aprendizaje puede surgir como consecuencia de una canalización inadecuada de su energía psíquica.
Cuando el niño está sumergido en alguna circunstancia conflictiva o dolorosa como un divorcio, duelo, proceso migratorio, ausencia de personas significativas, es decir, todo lo que implique algún tipo de pérdida.
Es posible que se genere una depresión en el niño resultando en una inhibición de su Yo, en términos psicoanalíticos.
Entonces su energía psíquica se consume en la elaboración de este proceso, quedando debilitado para asumir actividades intelectuales.
Estos niños suelen mostrarse callados, distraídos, poco participativos, por lo cual pueden pasar desapercibidos en el aula.
Para estos niños el «no-aprender» responde a la pérdida del interés, y se puede evidenciar cuando este bajo rendimiento es repentino o precedido por un rendimiento adecuado.
2. Pérdida de la Motivación
Otra situación que pudiese estar asociada a la pérdida del deseo por aprender son los niños que rechazan actividades específicas de la escuela, como por ejemplo las tareas.
El niño se inclina por realizar otro tipo de actividades como deportivas, artísticas u otras; pueden expresar abiertamente sus proyecciones a futuro indicando que desean desempeñar algún tipo de actividad a futuro que no requiere el aprendizaje formal.
Estos casos se relacionan con lo que se conoce como Ideal del Yo, es la manera como quisiéramos ser en un futuro, principalmente este modelo está basado en nuestros padres o sus expectativas.
3. Bloqueos Mentales
Pero en ocasiones puede que el niño busque oponerse a ese modelo de referencia tendiendo por el contrario a ser diferente a ellos.
El impacto de los llamados influencers o youtubers está ocasionando que muchos niños rechacen el aprendizaje formal bajo la expectativa de ser como ellos a futuro, para lo cual perciben que no sería necesario estudiar.
Por otra parte tenemos aquellos niños que sí mantienen el deseo de aprender pero no logran obtener un rendimiento escolar adecuado.
Estos suelen ser excesivamente perfeccionistas y meticulosos ante las tareas escolares, pero a pesar de su esfuerzo no tienen un resultado positivo.
4. Ansiedad
Finalmente encontramos los niños ansiosos, siempre en estado de alarma y tensión. Tienden a distraerse con facilidad por lo que su falta de concentración les llevan al fracaso escolar continuo.
En estos casos es importante observar el ambiente que rodea al niño y cuáles son las expectativas que tienen los adultos sobre él, así como la importancia que se le ha dado al estudio en su familia.
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