La psicoterapia infantil es una herramienta psicológica que permite el abordaje de diferentes situaciones que pudiesen estar generando algún tipo de malestar e involucra dimensiones conductuales, emocionales y sociales.
Brinda un espacio seguro en el cual el paciente o cliente puede compartir las intimidades de su mundo interior bajo condiciones de confidencialidad y respeto.
Usualmente involucra un diálogo, es decir, se establece una relación entre el terapeuta y el paciente y es por medio de esta relación que se logra obtener alivio a su situación.
Sin embargo en el caso de los niños los mecanismos son diferentes pues ellos no tienen aún el dominio del lenguaje de la manera que un adulto lo hace.
Para el pequeño resulta aún confuso y difícil de poner en palabras sus sentimientos, pensamientos, creencias, ideas, y otros aspectos abstractos de sí mismo.
Por esta razón el terapeuta debe utilizar otros tipos de estrategias para poder acceder al mundo interior del niño.
De igual forma, los padres y cuidadores juegan un papel fundamental en el desarrollo del proceso terapéutico.
¿Cómo es la Psicoterapia Infantil?
Al igual que en los adultos, la psicoterapia infantil puede responder a diferentes modelos teóricos y las herramientas que se utilicen pueden variar en función a esto.
Las dos corrientes más utilizadas en la psicoterapia con niños son la teoría cognitivo conductual y el psicoanálisis.
Es posible que en ambos casos el psicoterapeuta se valga de herramientas como el juego, dibujos, cuentos u otros elementos relacionados con aspectos lúdicos.
Sin embargo la perspectiva y objetivos serán diferentes de acuerdo a la visión teórica que lo acompañe.
El proceso psicoterapéutico va a iniciar generalmente por una solicitud de los padres relacionada con alguna preocupación sobre el niño.
Las primeras sesiones corresponderá a la fase de exploración y evaluación de manera tal que el especialista pueda recaudar toda la información necesaria para establecer el diagnóstico.
Esto va a incluir entrevistas con los padres o cuidadores quienes podrán compartir su versión del motivo de consulta y brindar toda aquella información que consideren relevante.
Igualmente se completa la anamnesis, ésta se refiere a la historia de desarrollo del niño, incluye información desde el embarazo hasta la actualidad.
De esta manera se pueden ir detectando factores biológicos que pudiesen tener relación con el motivo de consulta y dar pistas sobre el posible diagnóstico.
Luego se realizan sesiones de evaluación directamente con el niño, es posible que el terapeuta aplique tests psicológicos específicos para el área infantil.
Igualmente puede hacer uso de la observación durante sesiones de juego libre o inclusive en otros ambientes como el hogar o la escuela.
Una vez toda la información que se considere necesaria se ha recabado, se puede establecer un diagnóstico y un plan de trabajo.
Los resultados son presentados a los padres así como las sugerencias para la intervención y recomendaciones.
Generalmente el proceso terapéutico con los niños no se reducirá a la psicoterapia en el consultorio, el especialista indicará una serie de recomendaciones para aplicar en la escuela y el hogar según sea el caso.
¿Cuándo Llevar al Niño a Psicoterapia?
Los motivos de atención psicoterapéutica en niños son muy variados, desde el aspecto conductual, social y emocional.
Los niños no suelen tener la capacidad de expresar a través del lenguaje sus inquietudes, por lo que su malestar interior se va a manifestar a través del comportamiento.
Este es el mejor indicador para saber si algo pudiera estar ocurriendo en el niño y si amerita una atención psicológica.
Algunos ejemplos de situaciones que ameritan atención pudieran ser:
- Bajo rendimiento escolar
- Falta de adherencia a las normas
- Conductas agresivas o desafiantes
- Dificultades para desenvolverse en ambientes sociales
- Dificultades para dormir
- Exceso de ansiedad o temores
- Tendencia al aislamiento
Beneficios de la Psicoterapia Infantil
Algunos beneficios que se pueden obtener a través de la psicoterapia infantil son.
- Mejor comprensión del niño por parte de los padres: a través de la guía del especialista, los padres y cuidadores pueden tener la oportunidad de conocer mejor al niño y tener un acercamiento más empático.
- Mejor conocimiento de sus emociones: el niño aprenderá a reconocer sus sentimientos y a canalizarlos de una mejor manera.
- Mejora de la autoestima: este es un punto de partida dentro del proceso, le permite al niño sentirse mejor consigo mismo.
- Aprendizaje de estrategias: se le brindan al niño herramientas para poder resolver problemas de manera efectiva y saludable.
- Mejoras en sus relaciones interpersonales: aprender cómo relacionarse con sus pares y los adultos alrededor.
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