Decir mentiras es una de las conductas que más generan preocupación en los padres y muchas veces no se sabe cómo reaccionar ante la presencia de niños que mienten.
Es importante diferenciar cuando se trata de una mentira intencionada o cuando puede ser producto de la imaginación, ya que en esta edad puede haber confusión entre lo que es real y lo que no.
Detectar a los Niños que Mienten
Aun así, detectar mentiras en nuestros hijos no debe ser una conducta ignorada, es importante tomar medidas inmediatas para evitar que la situación se agrave.
Cuando un niño hace habitual el uso de mentiras este patrón puede evolucionar a un cuadro más grave como la mitomanía o las mentiras compulsivas.
Técnicas para Tratar con Niños que Mienten
A continuación, describiremos algunas herramientas que puedes utilizar para abordar esta situación con tus hijos en casa.
1. Identifica el Origen de la Conducta de los Niños que Mienten
El punto de partida debe ser conocer por qué se está dando esta conducta en el niño, cuál es la motivación que lo impulsa a mentir.
Para esto se identifican cuáles son los beneficios secundarios que el niño está recibiendo por mentir.
Por ejemplo pudiera estar evitando un castigo o quizás alguna consecuencia por otra conducta con esa mentira, o está logrando obtener atención.
Si la conducta es frecuente se puede llevar una especie de registro para determinar si el origen siempre es el mismo o es algo variable.
En función de esta respuesta se enfocarían las acciones a tomar para corregir la conducta en el niño.
Si se trata de una forma de buscar atención, se puede brindarle alternativas saludables para expresar su necesidad de afecto.
Por otra parte si se trata de evitar un castigo se le puede orientar sobre cómo el mentir puede acarrear peores consecuencias pues estaría perdiendo la confianza de los demás.
2. Promueve la Honestidad en el Hogar
Los niños aprenden principalmente sobre el ejemplo que observan, si en su ambiente es habitual el uso de mentiras no es de extrañar que también las utilice.
Facilita la honestidad en el hogar, primero siendo honestos como padres y si han usado también las mentiras reconozcan su error antes sus hijos.
Se pueden hacer acuerdos, incluso contratos por escrito, donde se establezca un compromiso de sinceridad.
Utiliza cuentos, películas, cortometrajes u otras herramientas que enseñen este valor, compártanlo juntos en familia y reflexionen al respecto.
3. Revisa los Canales de Comunicación
Reflexiona sobre cómo es la comunicación en el hogar, es de tipo asertiva o suelen haber distorsiones en los mensajes que se transmiten.
Es posible que los niños que mienten sientan que es difícil comunicarse con sus padres, bien sea porque se muestran reactivos, siendo explosivos en sus respuestas.
Así como también percibir un distanciamiento que les haga pensar que es imposible hablar abiertamente con los padres sobre algún asunto.
Estas situaciones les pueden hacer optar por el uso de mentiras como alternativas más viables para evitar involucrarse en procesos que resulten incómodos.
4. Alimenta la Autoestima de tus Hijos
Niños con autoestima saludable van a desplegar mayores conductas positivas que negativas, y esto incluye las mentiras.
La autoestima permite que el niño se sienta más seguro de sí mismo, evitando exponerse a situaciones que le puedan generar algún tipo de daño.
Son capaces de reconocer y asumir con más disposición las consecuencias de sus errores, están abiertos a corregir y mejorar cada día.
Recuerda que si descubres que tu hijo miente vas a señalar la conducta de mentir como incorrecta pero no a tu hijo como tal.
Evita utilizar etiquetas como “eres un mentiroso”, este tipo de mensajes daña su autoconcepto y disminuye su autoestima.
5. Refuérzale Cuando sea Sincero
Decir la verdad no siempre es fácil, especialmente cuando acarrea consecuencias negativas para nosotros.
Por eso es importante reconocerle cuando tu hijo es capaz de decir la verdad a pesar de las consecuencias que pueda tener.
6. Evita Pretender Creerle
Si eres padre de niños que mienten y estás al tanto, no finjas que le crees permitiendo que logre su objetivo.
En cada oportunidad haz el señalamiento, de manera tranquila y sin sobresaltos, sobre las mentiras cuando sean evidentes.
Si él mantiene su posición hazle saber que no crees lo que ha dicho y explícale las consecuencias de no ser honesto, dejando en sus manos la decisión de mantener o no su mentira.
7. Busca Ayuda Profesional
Si crees que la conducta de mentir de tu hijo se ha salido de control y no logras manejarlo no dudes en apoyarte con un profesional.
Un psicólogo infantil puede acompañarte en el proceso y brindarte las estrategias para manejar la situación problema.
De esta forma le darás la oportunidad a tu hijo de encontrar alternativas saludables a su conducta.
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