El estrés es una palabra popular en estos tiempos acelerados donde las presiones de la vida diaria se vuelven protagonistas, por ello te enseñamos a reconocer los síntomas del estrés.
Identificar la presencia de estrés es importante ya que tiene consecuencias en nuestra salud tanto física como mental.
Esto permitirá tomar las medidas adecuadas para poder manejarlo y superarlo satisfactoriamente.
¿Qué es el Estrés?
Antes de profundizar en sus síntomas es necesario partir por definir a qué se refiere el término estrés y de esta manera poder comprenderlo mejor.
Cuando se habla de estrés se hace referencia a una respuesta que se produce de manera automática ante situaciones o elementos que se consideran amenazantes.
Es además un proceso que resulta de la interacción entre esos sucesos externos y los recursos internos de cada persona, de allí que no todos reaccionen igual ante las mismas situaciones.
Cada vez que ocurre un cambio en nuestras vidas se requiere un nuevo paso de adaptación, esto genera un estrés que es necesario pues nos permite activarnos para tomar medidas.
Ahora bien, cuando la respuesta de estrés se prolonga en el tiempo o es muy intensa, esto puede tener consecuencias negativas en nuestra salud y bienestar.
Proceso del Estrés
Hay situaciones o factores externos que por su intensidad y naturaleza podemos reconocer fácilmente el efecto que tiene en nosotros y la respuesta de estrés que se genera.
Sin embargo, hay otros eventos de menor proporción que forman parte de nuestra vida cotidiana y poco a poco se van acumulando hasta hacernos desbordar sin darnos cuenta.
Esto va a depender también de la manera cómo interpretamos esos hechos, lo cual es un proceso individual pues cada situación va a tener un significado diferente para cada quien.
Las experiencias previas, nuestras expectativas, los valores y creencias que mantenemos, el contexto social y familiar, son algunos factores que influyen en la respuesta de estrés que proyectamos.
Síntomas del Estrés
La manifestación del estrés en nuestras vidas se puede dar de diferentes en maneras y en distintas áreas, tanto a nivel físico como psíquico.
Estas señales pueden en un momento dado pasar desapercibidas o relacionarse con problemas físicos cuando su origen real está asociado al estrés.
El poder identificar los síntomas permite tomar medidas a tiempo y evitar secuelas que pueden ser mucho más graves y difíciles de manejar.
Revisaremos a continuación algunos de los síntomas más significativos derivados del proceso de estrés.
a. Síntomas Emocionales
Nuestras emociones pueden verse afectados cuando estamos expuestos a estresores, lo que en ocasiones puede resultar incomprensible.
A consecuencia del estrés es posible que se manifiesten con más intensidad sentimientos como el miedo, rabia o tristeza.
Inclusive puede ocurrir que la manifestación de nuestras emociones se vuelva confusa y de un momento a otro se presenten cambios de humor inexplicables.
Así mismo, la ansiedad, entendida como un estado de preocupación permanente, suele estar presente en niveles variables de intensidad.
b. Síntomas Cognitivos
La actividad mental puede verse afectada fácilmente como consecuencia del estrés y esto se va a reflejar en las dificultades para realizar ciertas funciones.
Una de las áreas más comunes donde se observa es en la concentración y atención, lo que impide el poder culminar tareas que anteriormente se podían hacer sin problema.
Otro síntoma a nivel cognitivo tiene que ver con los constantes olvidos, desde cosas pequeñas como llaves u otros objetos, hasta eventos significativos.
El contenido de los pensamientos también se ve afectado y comienza a girar en torno a preocupaciones, temores o una autocrítica excesiva.
Además, la toma de decisiones se paraliza, resulta difícil identificar alternativas o asumir acciones en búsqueda de una solución, la capacidad de resolver problemas pareciera bloquearse.
c. Síntomas Conductuales
Evidentemente al verse afectados nuestras emociones y pensamientos, la conducta también va a ser un reflejo de esta situación interna.
Se pueden presentar reacciones impulsivas, tendencia a llorar fácilmente o una risa nerviosa que resulta inapropiada para la situación.
Otras manifestaciones del estrés a nivel conductual son las dificultades para hablar, incluyendo la tartamudez, así como el bruxismo o tendencia a apretar los dientes y rechinarlos.
d. Consumo de Sustancias
Para algunos, la exposición a factores que generan estrés puede llevarlos al consumo de sustancias o al aumento en la frecuencia de su uso.
Muchas personas recurren al cigarrillo y pueden notar un incremento significativo en su uso, así como también puede ocurrir con el alcohol.
En ocasiones altos niveles de estrés pueden también llevar a una persona al consumo de otro tipo de drogas, incluyendo ilegales, especialmente cuando su capacidad de tolerancia es muy baja.
e. Síntomas Físicos
La expresión del estrés en el propio cuerpo a través de malestares físicos es igualmente muy común, pero suele confundirse y asociarse solo a procesos de salud.
Se puede manifestar en el ritmo cardíaco, con aceleración, taquicardias o arritmias; así como también en el ritmo de la respiración.
En el área digestiva es frecuente la presencia de gastritis, malestar estomacal, náuseas, vómitos, dolores u otros síntomas.
Otros malestares que pueden estar son los dolores de cabeza, tensión muscular, sudoración excesiva y manos frías.
Además, la persona expuesta al estrés excesivo puede manifestar un continuo estado de fatiga y cansancio, aun a pesar de dormir las horas necesarias.
f. Síntomas Relacionales
La manera de interactuar y relacionarnos con otros también puede verse afectada como consecuencia del estrés.
Las personas pueden mostrarse hostiles con facilidad y tener un trato brusco hacia los demás, afectando negativamente sus relaciones interpersonales.
Otras personas pueden reaccionar al estrés aislandose lo que puede generar confusión y malos entendidos en quienes le rodean.
g. Síntomas en la Vida Sexual
La expresión de la sexualidad a través de la actividad sexual puede verse disminuida como consecuencia del estrés.
Hay quienes pierden el interés o el deseo sexual sintiéndose abrumados por las situaciones externas que le preocupan.
Se pueden presentar disfunciones, pérdida del placer y dificultades para disfrutar en general de experiencias en las que solía complacerse anteriormente.
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