Existe una estrecha relación entre calidad de vida y autoestima, de allí la importancia de tomar en cuenta este concepto cuya atención dentro de la psicología ha sido relativamente reciente.
La autoestima referida como la valoración que se tiene de sí mismo, influye en muchas áreas de la vida de cada individuo.
Puede tener un impacto en sus emociones, en sus motivaciones, actitudes y hasta conductas e inclusive puede condicionar la manera cómo nos relacionamos con los demás.
La construcción de la autoestima es un proceso complejo que lleva implícito muchos elementos, esto hace además que no sea estable sino que puede variar en función de diferentes factores.
Según aquello que para la persona tenga mayor peso en su autoconcepto e identidad, la autoestima puede ser positiva o negativa.
Por esta razón es esperable que en un momento dado una persona manifiesta una autoestima baja y luego pueda desarrollar una autoestima alta.
¿Qué es la Autoestima?
La autoestima es la valoración de sí mismo, esto incluye pensamientos, emociones, actitudes y experiencias que se van forjando a lo largo de la vida.
La autoestima se va edificando desde niños y depende mucho del tipo de interacciones que se tenga durante los primeros años.
El niño se va formando una idea de quién es de acuerdo a lo que escuche de quienes le rodea y luego él mismo puede confirmar o rechazar tales afirmaciones a través de las vivencias.
De allí la importancia de la aceptación, un niño que sea rechazado en su propio hogar crecerá con una herida abierta difícil de sanar.
El proceso de la autoestima es una interacción entre lo que la persona recibe del exterior y sus propias ideas sobre sí mismo.
La medida en que cada factor influye va a ser personal, es decir, hay para quienes lo que otros digan tendrá mucho mayor peso, otros se fijarán más en sus propios logros o habilidades.
Etapas de la Autoestima
La formación de la autoestima se realiza de forma gradual y va de la mano del desarrollo del niño y sus capacidades.
Tomando esto en consideración se han identificado las siguientes etapas en la formación de la autoestima:
1. Etapa del Sí Mismo Primitivo
Esta etapa comprende desde el nacimiento hasta los dos años de edad, en esta etapa el niño va estableciendo una relación de apego con sus cuidadores. En un principio no logra diferenciarse como un individuo separado de su cuidador, poco a poco a medida que se va haciendo más independiente comienza a reconocerse como una persona diferenciada.
2. Etapa del Sí Mismo Exterior
Se ubica a partir de los dos años hasta los doce años aproximadamente y constituye el momento crítico en la construcción de la autoestima. Es durante estos años que el niño comienza a experimentar éxitos y fracasos y a obtener retroalimentación de los adultos que lo rodean. Dependiendo del tipo de información que reciba sumado a su experiencia podrá formarse una autoestima positiva o negativa. Además el tipo de autoestima que proyecten sus padres o cuidadores también tendrá un efecto en su propia versión.
3. Etapa del Sí Mismo Interior
A partir de los doce años comienza esta etapa en la que el joven comienza a descubrirse a sí mismo y a definir su propia identidad. Es aquí cuando surge el pensamiento crítico y comienza a ser más consciente del impacto que tienen sus acciones en el mundo que le rodea.
Importancia de la Autoestima
En primer lugar la autoestima va a tener un impacto directo en nuestro mundo emocional y puede condicionar que tan satisfecho o no se siente la persona consigo mismo.
El tipo de valor que nos demos a nosotros mismos va a permitir que otros aspectos de la personalidad se consoliden como la confianza y seguridad.
De igual forma puede moldear nuestras actitudes, que se refieren a la disposición para tomar acción, y de esta forma impulsarnos a alcanzar nuestros objetivos o por el contrario detenernos.
La autoestima tiene además un gran peso sobre la salud mental, una autovaloración negativa alimenta pensamientos pesimistas y distorsionados sobre la realidad.
Este tipo de pensamientos pueden potenciar con más facilidad síntomas clínicos relacionados con la ansiedad y la depresión.
Igualmente la autoestima tiene una gran influencia sobre la manera cómo nos relacionamos con los demás.
Una persona con un nivel adecuado de autoestima mantendrá de la misma manera relaciones interpersonales adecuadas, siendo capaz de comunicarse asertivamente y estableciendo los límites necesarios.
Por el contrario una persona con un nivel de autoestima bajo puede comenzar a asumir actitudes para comenzar a compensar sus propios sentimientos de inferioridad.
Algunas personas intentan ocultar estos sentimientos de desvalorización de sí mismos asumiendo actitudes de superioridad e intentando humillar a otros, mientras otras personas se hacen vulnerables a las manipulaciones y abusos externos.
Buen articulo, gracias por compartir, aunque sea basico, resulta de mucha ayuda para quienes atravesamos problema de este tipo.