Socialmente la soledad tiene importantes implicaciones pues suele ser mal visto o juzgado como una debilidad personal.
Cuando una persona atraviesa una separación de pareja, por ejemplo, y al pasar el tiempo retoma una nueva relación, los comentarios suelen ser sobre que rehízo su vida.
Es como si decidir permanecer solo implica estar incompleto o tener una vida a medias.
Esto puede llevar muchas veces a que la persona sola se precipite en buscar una relación nueva solo por el hecho de querer estar acompañado, aun cuando eso implique también sufrimiento.
Mientras para otros, estar solos es una sensación que genera placer, disfrutan de su espacio y no logran adaptarse fácilmente a la compañía de otros.
Soledad Temporal o Permanente
La soledad va a tener un significado particular para cada persona, es una vivencia muy específica.
Hay personas que pueden estar rodeados de muchos y aun así sentirse solos, esto nos habla de falta de conexión emocional con los otros.
Decidir permanecer solo durante una etapa de nuestras vidas es una oportunidad para conectar con quienes somos, con nuestra esencia.
En este caso la soledad es temporal, una pausa que nos hace reevaluarnos, pensarnos, reencontrarnos.
Pero hay circunstancias en las que no es una elección, la soledad llega y se instala de manera permanente, a veces sin darnos cuenta.
Ocurre por ejemplo en los migrantes, personas que toman la decisión de salir de su zona de confort y enfrentarse inclusive a espacios y culturas muy diferentes a la suya.
Sea temporal o permanente, existen dos elementos que determinarán el efecto de esta situación en la salud emocional del solitario.
Por una parte si ha sido una elección anticipada, entendiendo que cuenta con los recursos internos para sobrellevarla.
Y en segundo lugar cómo se siente ante esta situación, es decir, si genera algún tipo de malestar psicológico o emocional.
Causas de la Soledad
La soledad como vivencia psicológica puede presentarse por causas tanto internas como externas.
Entre las causas externas puede ser consecuencia de separaciones, viudez, problemas familiares, situación económica.
Trastornos de salud mental como por ejemplo el caso de las adicciones u otras enfermedades, generalmente conllevan a la persona a un estado de soledad.
A nivel interno, las causas pueden estar relacionadas a dificultades en las habilidades sociales, no saber cómo relacionarse de forma saludable con otros.
Así como también puede ser consecuencia de vivencias traumáticas que interfieren en el desenvolvimiento cotidiano de la persona.
Efectos de la Soledad en la Salud
Somos seres sociales, y aun cuando podamos disfrutar tiempo solos, desconectarnos por completo del mundo puede comprometer nuestra salud física y mental.
Sentirse solo, paradójicamente, alimenta el aislamiento social, es como si la persona construyera razones en su mente para estar solo, a pesar del malestar que esto le genera.
Luego esas mismas ideas le hacen aislarse, como una autoprofecía cumplida, y mantener la creencia de que sus razones son válidas.
Se puede observar en los adolescentes con ideas de inadecuación, siente que no encajan o que son rechazados, aislándose ellos mismos o asumiendo actitudes que producen rechazo.
Al verse en situaciones que son claramente excluidos se confirma su propia hipótesis, sin ser conscientes que este proceso ha sido intencionado.
La soledad puede aumentar los sentimientos de tristeza aumentando los niveles de cortisol en el organismo, la llamada hormona del estrés.
El desequilibrio causado en el funcionamiento del cortisol puede inclusive afectar el sistema endocrino e inmunitario.
Así mismo, estudios han relacionado estadísticamente mayor probabilidad de riesgo cardiovascular, hipertensión y desarrollo de demencias en las personas aisladas socialmente.
¿Cómo Manejar la Soledad?
Cuando se decide estar un tiempo solos hablamos de una soledad protectiva, es un período que puede seguir a cambios importantes en nuestra vida.
Este espacio de tiempo permite reajustarnos, asumir la nueva etapa que estamos iniciando y nos ayuda en nuestro propio desarrollo personal.
Ahora cuando se trata de una soledad emocional que sigue una pérdida o una circunstancia adversa, y no ha sido una elección, es necesario tomar medidas.
En primer lugar es importante identificar el origen de ese sentimiento de soledad, si se trata de la pérdida de un ser querido, esto es obviamente irremplazable.
En este caso es necesario vivir el duelo de esa pérdida e ir progresivamente retomando la cotidianidad.
Si existe un interés por relacionarse con los demás, pero no logra hacerlo de forma efectiva, se recomienda adquirir herramientas en habilidades sociales.
Es un proceso igualmente lento pero donde pueda evidenciar avances diarios o semanales.
Algunos ejemplos pueden ser dar el primer paso y hablar con alguien, interesarse de manera genuina por algo que quiera compartir, demostrar empatía, hacer algo por otro, etc.
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