La retroalimentación positiva y negativa se refiere al resultado que se origina a partir de una acción emitida por el sistema y que puede cambiar o no el curso de las cosas.
El término tiene sus raíces en el latín y se relaciona con la acción y efecto de volver a consumir algo que ha sido generado a partir del mismo canal, pero que evoluciona al ritmo que el contexto lo permita.
Puede ser en positivo o en negativo dependiendo de lo que se logre con la acción, que busca generar cambios o mantener el equilibrio de los factores que se encuentran en el panorama.
Esta palabra tiene muchos significados que se aplican para distintas áreas del conocimiento, entre las cuales destaca la ciencia médica. Otra de sus formas comunes es el sinónimo de “feedback”, que se utiliza para los fundamentos comunicacionales y los medios donde normalmente hay interacción.
Retroalimentación positiva y negativa en la comunicación
La retroalimentación es lo que mantiene vivo el proceso comunicacional que se sustenta de la emisión de mensajes que tienen una respuesta a través de un canal específico. No siempre se da de la misma manera, pero en los casos donde haya una reacción explícita es válido.
En el área de los medios de comunicación y las plataformas digitales, todo genera un feedback, que puede ser positivo o negativo de acuerdo a lo que cada emisor busque con el código revelado.
1. Caso positivo
La comunicación podría transformarse en positiva si se alcanzan los objetivos propuestos o si hay una respuesta acorde al recado que se transmitió.
Ello puede ser a través de mensajes en las plataformas digitales, interacción agradable, el aumento de las ventas de un producto/servicio, incremento de los índices de popularidad, estadísticas más favorables sobre algo o la modificación de la opinión pública.
2. Caso negativo
Se considera que la acción ha sido negativa si no hay la respuesta que se espera de parte del receptor y no se pueden realizar los cambios que optimicen la propuesta hecha inicialmente.
Para algunos, el hecho de no generar ninguna matriz de opinión puede resultar como un fracaso en la meta propuesta, pero hay quienes lo hacen con ese fin, pues en los discursos y campañas muchas cosas son válidas con tal de hacer llegar el tema.
Retroalimentación positiva y negativa en el organismo
Para las cuestiones de la salud o de la forma en la que funciona el organismo también hay maneras de emplear esta terminología, tanto en el aspecto positivo como en el negativo.
Ante los factores externos o las respuestas orgánicas hay resultados que se desarrollan y que pueden entrar en una clasificación o en la otra. Los casos más comunes ocurren de las siguientes maneras:
1. Caso positivo
Los escenarios positivos que ocurren en el organismo son los que permiten que existan cambios que den lugar a la evolución. Este crecimiento permite que el sistema alcance nuevos niveles de optimización que lo mantengan siempre en equilibrio.
El objetivo principal que se maneja en estos casos es que todo vuelva a su estado original, después de haber avanzado lo necesario.
La coagulación de la sangre es un ejemplo de ello, pues funciona como una respuesta ante una situación de emergencia por ruptura de los vasos sanguíneos. Si este método no se activará podría haber una hemorragia, capaz de complicar mucho más el estado de salud del afectado por la situación.
2. Caso negativo
Este tipo de casos se orienta a establecer el equilibrio en un sistema que está en medio de cambios. Ello en función de la estabilidad de sus componentes que pueden verse alterado por los factores externos. Al final también restablece las funciones originales de la estructura en cuestión.
Mantener una temperatura corporal estable es un ejemplo de cómo actúa este tipo de retroalimentación. Al poner el cuerpo en movimiento o hacer actividad física de alto impacto las temperaturas se pueden elevar.
Como respuesta, el organismo comienza a sudar y la piel a calentarse, lo que mantiene el proceso equilibrado. Si esto no ocurriera, el sobrecalentamiento podría poner en riesgo las funciones vitales.
Cuando se dejan de practicar ejercicios y la intensidad baja, el círculo vicioso se detiene para que todo vuelva a la normalidad.
Propósito de la retroalimentación positiva y negativa
La finalidad de estos procesos es mejorar el comportamiento que rige a un sistema, de acuerdo a las regulaciones preexistentes. Desde las circunstancias más elementales pueden darse estos casos que buscan establecer control y los ajustes necesarios para un buen resultado.
Otros ambientes donde se emplean estos términos son la psicología, fundamentos electrónicos, gestión empresarial y educación.
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