Carl Gustav Jung introdujo el término de inconsciente colectivo, un punto de encuentro en la experiencia de todas las personas. Desarrollando una serie de arquetipos que definían los tipos de personalidad.
Jung y los Arquetipos de la Personalidad
Dentro de ese espacio común construido de manera colectiva se encontrarían los arquetipos que contendrían elementos psíquicos o simbólicos de carácter universal.
Estos arquetipos serían independientes de aspectos culturales o de la historia personal, pues trascienden a un orden más profundo.
Nuestra individualidad, y lo que somos, estaría moldeado por estos arquetipos universales.
De esta manera el inconsciente personal se integra con el inconsciente colectivo, estableciéndose la percepción del mundo y de sí mismo en función del arquetipo al que pertenece.
El Desarrollo de la Personalidad
Jung describe cuatro funciones en base a las cuales se construiría el carácter de la persona, el cual constituye a su vez la base de la personalidad.
Estas cuatro funciones básicas serían pensar, sentir, intuir y percibir, desplegándose cada una de manera particular en cada persona.
Esto significa que aunque las cuatro funciones están presentes en todos los individuos, algunas tendrán más énfasis en su vida cotidiana que otras.
De estas funciones se desprende además el carácter, diferenciado según Jung en dos tipos.
Por una parte, el carácter de tipo extrovertido, el cual estaría más enfocado hacia la realidad exterior, en lugar de volver la mirada hacia el interior.
Lo que ocurre afuera tiende a tener mayor impacto en su vida, por lo que su quehacer, sus decisiones, sus acciones, van a estar muy influenciado por la opinión de terceros.
Esto los hace además buscar un continuo reconocimiento y ser vulnerables a la sugestión de otras personas.
El segundo tipo de carácter corresponde al tipo introvertido, quien denota un mayor interés por si mismo, su mundo interior, sus emociones y pensamientos.
Sus acciones van a estar en mayor conexión consigo mismo, aun cuando puedan contradecir a la realidad externa.
Esto puede causarle mayores problemas de adaptación pero logran hacerlo eventualmente utilizando herramientas creativas.
8 Tipos de Personalidad
En base a estas funciones psicológicas descritas, aunado al tipo de carácter predominante, se van a desarrollar ocho tipos de personalidades según la visión de esta teoría.
1. Reflexivo – Extravertido
Este es uno de los tipos de personalidad que se caracteriza por el predominio de la razón.
Son personas analíticas, objetivas, que no dejan espacio a la demostración emocional.
Estas características hacen que se les perciba como fríos, poco sensibles y hasta como manipuladores.
Están más centrados en sus propios pensamientos, ideas, creencias, teniendo poca apertura hacia el mundo exterior.
Mantienen una posición rígida, considerando que sus puntos de vistas son los acertados, rechazando abiertamente cualquier otra postura.
Este estilo reflexivo los puede llevar además a inclinarse por posturas filosóficas y la búsqueda activa de conocimiento.
2. Reflexivo – Introvertido
en esta categoría de personalidad también se observa una inclinación hacia las actividades intelectuales.
Sin embargo en cuanto a la manera de relacionarse con los otros existen mayores variaciones, pues tienden a estar más ensimismados.
Conectan con mucha dificultad con otras personas, siendo más callados y desconfiados.
Aun así pueden establecer vínculos significativos con un grupo reducido de personas hacia quienes logra demostrar una faceta más amable y empática.
3. Sentimental – Extravertido
Este tipo de personas tendrían mucha facilidad para conectar emocionalmente con los otros.
Esta capacidad de conexión les permite ser más empáticos y manejar mejores habilidades sociales.
Son individuos altamente comunicativos quienes se sienten agradados con la compañía de otras personas.
Sin embargo la interacción social no representa solo una habilidad sino también se puede convertir en una necesidad por lo que pueden llevar muy mal la soledad.
4. Sentimental – Introvertido
En el polo contrario encontramos esta categoría de personalidad que más bien se regocija en la soledad.
Aunque mantienen esa capacidad de conectar emocionalmente con los demás y ser empáticos, prefieren mantenerse aislados y pasar desapercibidos.
Logran reconocer las necesidades en los demás y tienen sensibilidad hacia el mundo que les rodea.
Suelen demostrar tendencia hacia las actividades artísticas.
5. Perceptivo – Extravertido
este tipo de personalidad está condicionado por las sensaciones que recibe desde el mundo exterior.
Mantiene una constante búsqueda de emociones intensas, lo que puede llevarle fácilmente al aburrimiento ante actividades rutinarias.
Están abiertos a nuevas experiencias, esto los puede hacer ser inestables en diferentes ámbitos de su vida.
6. Perceptivo – Introvertido
En este caso las sensaciones también condicionan su proceder, pero desde una perspectiva más enfocada a su mundo interior.
Aprecian sobre manera el arte y la música, las formas, las experiencias sensoriales, los colores, las texturas, en definitiva todos los estímulos que pueda percibir.
7. Intuitivo – Extrovertido
Los intuitivos son personas perspicaces, capaces de interpretar y descifrar las claves que están a su alrededor para tomar acción.
Esto los hace habilidosos en los negocios, la toma de decisiones de gran impacto, la capacidad para asumir riesgos.
Son emprendedores, con grandes ideas y listos para tomar acción, están en un constante proceso creativo.
Se enfocan en el futuro y viven adelantados a su tiempo, esto también puede acarrearles excesivas preocupaciones por anticipación.
8. Intuitivo – Introvertido
Finalmente, el último tipo de personalidad descrito tiene que ver con personas igualmente guiadas por su instinto y visión hacia el futuro, pero menos sagaces para tomar acción.
Sus preocupaciones por el futuro permanecen en un estado más bien de fantasía e imaginación, lo que puede alejarlos de la realidad presente.
Son catalogados como soñadores, idealistas, pero que no son capaces de asumir los riesgos que implican hacer grandes cambios o transformaciones.
La Psicología Analítica de Carl Jung en definitiva es una teoría poco divulgada y con escasa aceptación en la comunidad científica.
Sin embargo su trabajo aporta una visión interesante y complementaria del ser humano, una mirada más filosófica y menos rígida en su método y en su abordaje.
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