La cistitis es una infección urinaria con características particulares que afectan la vejiga y las vías excretoras, con una variedad de causas en su entorno.
De manera que el límite regional o anatómico de esta afección es en la porción baja del sistema urinario y excretor.
Por otra parte, es uno de los motivos de consulta más frecuente en medicina, específicamente, en las mujeres y en pequeña proporción en el sexo masculino.
En cuanto a los síntomas son variados y muchas veces pueden cursar con una pequeña molestia al orinar o pasar desapercibido.
Partiendo de los aspectos anteriores, abordaremos la cistitis desde las causas, características y algunos datos de relevancia en esta enfermedad infecciosa.
¿Qué es la cistitis?
Es una infección del tracto urinario inferior o porción baja del sistema excretor que se delimita en la vejiga, uréteres y uretra, la cual, tiene una evolución aguda.
Por otro lado, esta infección al ser de evolución aguda, puede desencadenarse de manera brusca (generalmente) y conllevar síntomas leves.
A su vez, es más frecuente en las mujeres, debido al acortamiento de las vías urinarias y la proximidad de los genitales con el ano.
Por su parte, el rango de edad no sigue un patrón obligatorio, aunque, es más frecuente en mujeres fértiles y la adolescencia, es decir, entre los 15 a 48 años.
Causas y características de la cistitis
Cabe resaltar que la causa que afecta esta porción baja del sistema urinario es de predominio bacteriano.
Lo que significa, que los gérmenes colonizan la vejiga y constituyen este órgano como su medio o hábitat recurrente.
Posteriormente, toman las vías bajas, y en algunas ocasiones, llegan a los riñones o la porción alta del sistema urinario.
Entre las causas más frecuentes de cistitis, están Escherichia coli, constituyendo el 90% de los casos diagnosticados.
Por otra parte, otros gérmenes que pueden ocasionar la cistitis son la Klebsiella, Proteus mirabellis y en raras ocasiones, los hongos.
Factores de riesgo
Las posibilidades de contraer cistitis se deben a ciertas condicionantes que ejercen como factores de riesgo potenciales.
Entre los factores de riesgo podemos mencionar a la diabetes mellitus, la introducción de sonda vesical, que permite la expulsión de orina temporal o permanentemente.
Por su parte, las embarazadas son pacientes frecuentes de cistitis, debido al aumento del tamaño del útero durante la gestación, lo que ocasiona que aumenten el medio para las bacterias.
A su vez, la retención urinaria es otro de los factores causales de esta infección, al igual que pasar tiempos prolongados en una misma posición (encamados).
Otros factores como la intervención quirúrgica de las vías urinarias, menopausia, desequilibrio hormonal, incontinencia intestinal y aumento de la próstata (hombres) incrementan las posibilidades de cistitis.
Síntomas de la cistitis
Por lo general, la cistitis cursa con leves síntomas o molestias a la hora de orinar, aunque, pueden intensificarse con el paso de los días.
Entre los síntomas más frecuentes están orina oscura y con sangre, dolor o ardor al orinar y tenesmo vesical o necesidad de acudir al baño frecuentemente.
A su vez, los pacientes con cistitis pueden referir ciertas características como calambres musculares en la región inferior del abdomen y en la zona lumbar.
Entretanto, la fiebre no es un síntoma frecuente en la enfermedad, pese a que es causada por bacterias (regularmente), aunque, los pacientes pueden referir ‘calentura’.
Con respecto a la orina, la fetidez u olor fuerte es un signo capital de las infecciones urinarias bajas, acompañándose de los demás síntomas descritos.
¿Cómo se diagnostica la cistitis?
Regularmente, el examen físico y el interrogatorio del médico hacia el paciente, orienta al diagnóstico de cistitis.
Sin embargo, los estudios analíticos como las muestras de laboratorios (hematología completa, análisis de la orina y urocultivo) son exclusivos para confirmar el diagnóstico.
El estudio de la muestra de la orina es fundamental para certificar la presencia de sangre, componentes químicos del líquido excretor y la constitución.
Por otra parte, la cistitis cuando cursa con síntomas inespecíficos y dolor en la espalda o área renal, puede confundirse con cálculos y se deberá indicar ecografía abdominal.
Con respecto al urocultivo, consiste en el estudio de una muestra estéril de la orina, donde se identificará al agente causal y el medicamento antibiótico de elección.
Tratamiento
Una vez que el médico evalúe al paciente por medio del examen físico y los análisis de laboratorio, procederá a una conducta terapéutica.
Por su parte, el tratamiento de elección dependerá del agente causal identificado y la acción del antibiótico para contrarrestar la infección.
Los medicamentos antibióticos son recetados para un espacio de 7 a 14 días dependiendo del agente causal, a su vez, de los síntomas descritos.
Es menester, el cumplimiento de las medidas terapéuticas para el éxito del tratamiento y no saltarse los días o culminar antes de la fecha indicada.
Cabe recordar, que si presenta los síntomas relacionados con la cistitis, es fundamental acudir al médico y evitar la automedicación.
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