La respiración es uno de los procesos vitales del organismo sin el que sería posible la vida; ante esta nueva pandemia es fundamental conocer cómo puedo cuidar el aparato respiratorio.
El aparato o sistema respiratorio es el encargado de tomar del aire ambiental, el oxígeno que es estrictamente necesario para procesos básicos como la respiración celular.
El oxígeno ingresa desde el ambiente cuya concentración varía según la altitud atmosférica y en los vasos capilares del pulmón, se une a la hemoglobina para distribuirse en el cuerpo.
¿Cómo Cuidar mi Aparato Respiratorio?
Las vías respiratorias son la puerta de entrada de sustancias por eso es importante tener precaución con nuestros órganos; a continuación explicaremos cómo cuidar el aparato respiratorio:
1. No Fumar
La principal manera de cuidar nuestro aparato respiratorio es no fumar cigarrillo, sustancias ilícitas o tabaco pues el humo producido modifica la configuración normal de las células y provoca cáncer.
El cáncer puede aparecer también en el esófago, estómago, en las mamas o en cualquier órgano a distancia produciendo además mal aliento y descomposición de los dientes.
El humo del tabaco y del cigarrillo ha demostrado provocar un aumento en los radicales libres que son responsables de causar alteraciones celulares que desembocan en cáncer.
Las personas fumadoras a largo plazo pueden desarrollar enfermedad bronco-pulmonar obstructiva crónica que les limita considerablemente su respiración y la calidad de vida.
Pueden llegar a ameritar oxigeno fijo para lograr sustituir el aire que sus pulmones no pueden ventilar debido al proceso de cicatrización causado por el cigarrillo o tabaco.
2. Evitar Exponerse al Humo
El humo provocado por el cigarrillo o tabaco de otras personas es tan dañino como tener el hábito, y la exposición se considera que es incluso peor.
El humo emitido por la quema de árboles, hierbas, basura, productos industriales e incluso el monóxido de carbono producido por los carros, es sumamente tóxico para nuestros pulmones.
En niños pequeños el humo puede producir cuadros de bronco constricción y con ello procesos asmáticos de variable intensidad que sumado a un sistema inmunológico deprimido, podría desencadenar neumonías.
La mejor manera de evitar las severas consecuencias que origina el humo, se recomienda:
- Protegerse las vías respiratorias en casos de incendios cercanos, o aislarse en lugares seguros y cerrados.
- En lugares públicos preferiblemente nos debemos ubicar en el área de no fumadores.
- Apagar los vehículos cuando no sea necesario exponernos al monóxido de carbono que emiten.
3. Mantener una Alimentación Balanceada
Mantener una alimentación balanceada permite que nuestro organismo libere los radicales libres que adquirimos con el cigarrillo, el humo o partículas diminutas presentes en el ambiente.
De esta manera reducimos el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades alérgicas como el asma y la enfermedad broncopulmonar obstructiva crónica.
Es importante llevar una dieta rica en frutas, vegetales, carnes y leguminosas que nos aportan energía, vitaminas y minerales.
4. Evitar la Exposición al Polvo
Existen muchos países en los que el nivel de smog es sumamente elevado por lo tanto resulta inevitable respirar aire contaminado y tener ciertos síntomas como estornudos y tos.
Además de eso las temperaturas elevadas en muchos países contribuyen al depósito de polvo que ha demostrado provocar broncoconstricción e iniciar el curso de cualquier enfermedad pulmonar.
Por eso es importante que las personas vulnerables a cuadros de alergia y asma, mantengan sus ambientes libres de polvo, manteniendo la menor cantidad de objetos cerca.
Un ambiente limpio, libre de peluches, alfombras y ropa tejida es recomendable para evitar la acumulación de polvo y los posteriores cuadros de alergia manifestados principalmente a nivel respiratorio.
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