El hipo es un síntoma común que muchas personas padecen, siendo bastante incómodo para hablar, dormir y comer, y en ese molesto momento siempre nos preguntamos ¿Cómo quitar el Hipo?
El hipo son contracciones involuntarias producidas en el diafragma, un extenso músculo que se encuentra por debajo de los pulmones y separa la cavidad torácica de la abdominal.
El diafragma tiene un control nervioso totalmente involuntario pero sus nervios son muy susceptibles de alterarse cuando se ejecutan acciones muy comunes provocando un desorden en las contracciones del músculo.
Cuando se producen las contracciones descontroladas, ocurre un espasmo del esófago y hay un cierre abrupto de las cuerdas vocales responsable del ruido característico; puede acompañarse de síntomas esófago-gástricos.
¿Cómo Quitar el Hipo?
1. Flexionar las Rodillas Sobre el Tórax
Este acto sencillo puede provocar un aumento de la presión sobre el diafragma y de alguna manera estimular las contracciones habituales.
No siempre es efectivo pero se recomienda que sea realizado varias veces hasta lograr revertir el hipo.
2. Respirar Dentro de una Bolsa de Papel
Cuando se respira en un espacio cerrado se genera un fenómeno metabólico que puede tener un efecto sobre la función nerviosa que inerva al diafragma.
Se pueden hacer de 5 a 7 respiraciones en una bolsa de papel y descansar; de no lograr revertir el hipo, se podría probar con algún otro consejo.
3. Suspender la Respiración
Suspender la respiración durante lapsos cortos de tiempo puede detener momentáneamente la función nerviosa y contráctil del diafragma, llevando al músculo a su función basal.
El organismo tiene sus propios mecanismos en los que obligatoriamente nuestra respiración vuelve a su ritmo normal, así que este acto de suspender la respiración no implica ningún riesgo.
4. Estornudar o Toser
Cuando de forma voluntaria estornudamos o tosemos provocamos estimulación sobre el nervio frénico que inerva el diafragma y así podrían cesar las contracciones involuntarias.
Cada persona es diferente a otras así que cada consejo sugerido es variable y efectivo según sea el caso.
5. Maniobra de Valsalva
La maniobra de Valsalva consiste en exhalar el aire de los pulmones con la glotis, nariz y boca cerradas lo que puede provocar efectos sobre la función nerviosa del diafragma.
Esta maniobra debe ser practicada con precaución en personas que padecen de enfermedades cardiacas y que usualmente pueden tener hipo debido al consumo de medicamentos gastrolesivos.
6. Deglución de Grandes Cantidades de Líquido
Se puede probar ingerir líquido en grandes cantidades de manera que al atravesar el esófago permita estimular a las fibras nerviosas y musculares permitiendo el cese del hipo.
Algunas personas prueban haciéndolo con su cabeza mirando a los pies de manera que el gran sorbo deglutido haga su efecto desde que pasa por la garganta.
Causas del Hipo
Este molesto síntoma puede tener su origen tanto a nivel del sistema nervioso central como a nivel local representado por el esófago y el estómago.
Con muy poca frecuencia el hipo puede ser una manifestación de alguna enfermedad del sistema nervioso central pero solo cuando es prolongado y no puede ser controlado con fármacos.
Las causas más comunes del hipo son:
- Procesos inflamatorios en la garganta, esófago o estómago.
- Irritación de la mucosa esofágica y gástrica.
- Comer en cantidades exageradas.
- Enfermedades infecciosas que irritan los nervios como la neumonía.
- Comer con mucha rapidez.
- Consumir alimentos irritantes para la mucosa del estómago y otros que mantienen abierta la unión esófago-gástrica como el chocolate y licor.
- El estrés, pues se asocia a alteraciones nerviosas generalizadas.
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