El Papanicolaou es un examen que se realiza a las mujeres para descartar o precisar el cáncer de cuello uterino y debería ser practicado al menos 1 vez al año en las mujeres sexualmente activas.
Su nombre se aplica en honor a George Papanicolaou, un importante científico y médico griego pionero de la citología y ha sido practicado como un examen rutinario de la consulta ginecológica para descartar el cáncer cérvico-uterino.
A pesar de que es un examen sencillo y no doloroso, ha sido un poco complejo que todas las mujeres logren hacerse su examen de Papanicolaou y eso ha traído como consecuencia, que lamentablemente el cáncer de cuello uterino sea cada vez más frecuente y afecta a mujeres jóvenes.
El cuello del útero es una parte de este importantísimo órgano que se mantiene en contacto directo con el pene en las relaciones sexuales, lo cual implica un estímulo inflamatorio constante sumado a los procesos infecciosos comunes que afectan a hombres y mujeres.
A continuación te mostraremos como se hace el Papanicolaou, con la finalidad de que tomes consciencia y acudas a tu consulta anual con un especialista en el área, para evitar el cáncer de cuello uterino y animes a tus hijas, hermanas, madre y amigas a realizarse este importante examen.
¿Cómo se hace el Papanicolaou?
Para hacer el Papanicolaou no es necesaria ninguna preparación previa; basta con realizar un aseo adecuado genital antes de ir con tu ginecólogo de confianza.
Para eso te van a acostar en una camilla ginecológica que a diferencia de una camilla convencional, tiene a sus costados un lugar específico donde ubicar tus piernas abiertas de modo de poder explorar la vagina y los anexos.
La persona que realiza el examen te colocará un espéculo, que es un instrumento diseñado para estudiar la cavidad vaginal y a través de éste, es posible observar directamente el cuello uterino y las secreciones provenientes de este.
Luego se frotara sobre el cuello uterino un poco de ácido acético el cual permitirá resaltar las células normales y aquellas que no se resaltan, se considera que podrían tener alguna alteración en su estructura pudiéndose corresponder con cáncer.
Posterior al ácido acético, se aplica una gasa impregnada con yodo y en este caso las células con cambios en su estructura, no se colorean y son indicativas de algún trastorno que podría preceder al cáncer o sencillamente ser portadoras de este.
¿Cuáles lesiones podrían diagnosticarse con el Papanicolaou?
Con el Papanicolaou es posible evidenciar si algunas de las células del cuello uterino, están atravesando por cambios que son anormales y de no ser corregidos a tiempo, pudieran desencadenar cáncer localizado que en fases avanzadas se extiende a otros órganos.
En condiciones normales una célula se reproduce y da origen a células exactamente iguales a su progenitora pero el consumo de alcohol, tabaco y la mala alimentación, condicionan a la aparición de cambios celulares desencadenando cáncer en algún momento.
Una vez que se colocan los colorantes para evaluar si hay algún cambio en la estructura celular, se hace un pequeño cepillado en el que se extraen células, las cuales se extienden sobre una lámina de vidrio que posteriormente será procesada por un anatomopatólogo para evaluar la presencia o no de células anormales.
Por esa razón con el Papanicolaou es posible diagnosticar Metaplasia, Displasia de bajo y alto grado que progresan a cáncer y de esta manera, tomar medidas preventivas de inmediato para evitar esta fatal evolución.
Aunque con el Papanicolaou se pueden poner en evidencia las lesiones condilomatosas típicas del VPH, este no es el medio idóneo para realizar el diagnóstico definitivo de esta entidad.
Ventajas del Papanicolaou
Este estudio ofrece varias ventajas, una de ellas es que es sumamente económico y muchas áreas de medicina general, lo incluyen dentro de su valoración habitual, por lo que su acceso es sencillo y no amerita mayores costos.
El Papanicolaou no es un examen doloroso, algunas mujeres refieren un poco de picazón pero no tiene una duración prolongada y no genera mayores consecuencias.
La mayor ventaja que ofrece este estudio es que permite explorar el cuello uterino sin ser invasivo y aporta una información importante y determinante como lo es la presencia o ausencia de células con alteraciones estructurales que podrían potencialmente malignizarse.
Para realizar un Papanicolaou no se hace ninguna preparación, de hecho no se recomienda el uso de duchas vaginales para asearse el día de la consulta cuando se llevará a cabo el examen, pues la idea es estudiar las condiciones normales del cuello uterino incluyendo la presencia de hongos y bacterias allí presentes.
Este examen puede ser realizado al menos 1 vez al año pero existen ciertas mujeres que ameritan realizarlo 2 veces al año especialmente como seguimiento en alguna patología oncológica de base. No se recomienda tener relaciones sexuales el día previo a la realización del Papanicolaou.
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