Aunque el hipo es un evento de total control involuntario, causa muchas incomodidades, molestias y resulta ser vergonzoso; por ello en este artículo te diremos cómo se quita el hipo.
El hipo es un sonido característico en nuestra garganta que ocurre como consecuencia de las contracciones descontroladas del diafragma, un gran músculo que separa el tórax del abdomen.
Las causas pueden ser múltiples, siendo secundarias a una alimentación exagerada y rica en grasas, embarazo, consumo acentuado de licor o enfermedades esófago-gástricas e incluso patologías cerebrales.
¿Cómo se Quita el Hipo?
En general el hipo tiene una corta duración, pero cuando se prolonga en el tiempo resulta bastante molesto y podría ameritar una valoración médica.
Sin embargo en su mayoría el hipo puede ser interrumpido con pequeñas e incluso graciosas maniobras que son importantes conocer y describiremos a continuación:
1. Ingerir Abundante Agua
Consumir agua es quizá uno de los remedios más inmediatos y eficaces para eliminar el hipo, y la idea es tomar abundante líquido que permita hacer grandes sorbos.
La idea es estimular el nervio frénico que controla al diafragma para reducir su actividad intensa y descontrolada que genera el sonido característico en el esófago reflejado en la garganta.
Algunas personas refieren que tomar agua fría tiene mayor efecto, sin embargo aún no hay pruebas científicas que demuestren mayores diferencias en cuanto a la temperatura del agua.
Si estas en algún lugar en el que no es posible obtener agua, podrías utilizar algún otro líquido pues la idea es provocar el efecto mecánico sobre el nervio frénico.
2. Aguantar la Respiración
Cuando voluntariamente decidimos interrumpir la respiración, no solo provocamos un efecto directo sobre el nervio frénico sino además sobre el esófago.
Se recomienda tomar aire e interrumpir voluntariamente la respiración o movimientos de la caja torácica hasta que nuestro organismo decida reiniciar la respiración.
Este tipo de maniobra no debería ser realizada por personas con problemas cardíacos o respiratorios para evitar efectos no deseados sobre ambos sistemas.
3. Modificar la Posición de la Cabeza al Deglutir
Aunque resulte jocoso, algunas personas le llaman a esta maniobra “tomar líquido al revés” y consiste en flexionar el cuello justo en el momento en que se degluten los líquidos.
Además es importante contener la respiración para que se ejerza presión sobre el tórax y el diafragma, y poder así obtener un mejor efecto.
De esta manera existe una estimulación intensa sobre el nervio frénico y casi de inmediato se evidencia el efecto sobre la contracción descontrolada del diafragma.
Se recomienda realizar esto al menos de unas 7 a 8 veces para lograr el efecto inmediato y se prefiere hacer con líquidos como el agua o viscosidad similar.
4. Tapar los Oídos
Ocluir los conductos auditivos voluntariamente solamente haciendo presión, genera un discreto aumento de presión a nivel del oído externo y medio.
De esta manera ocurre una estimulación de todos los nervios que controlan la cara y cuello incluyendo el nervio frénico, pudiendo provocar reducción en su actividad exagerada.
Es una maniobra que debe repetirse al menos 4 o 5 veces y de no sentir alivio, es recomendable no hacerla más para evitar inflamación en los oídos.
¿Cuándo Buscar Ayuda en Caso de no Poder Quitar el Hipo?
- Si el hipo tiene una duración continua mayor a 72 horas se debería consultar con un especialista.
- Cuando el hipo se presenta de forma esporádica pero al menos 1 o 2 veces por semana durante más de 1 mes, es importante solicitar ayuda médica.
- Si a la persona que presenta hipo se le asocian otros síntomas como acidez, reflujo gastroesofágico y pérdida de peso, es importante una valoración médica especializada.
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