El acné aunque lo asociamos estrechamente con la adolescencia y pubertad, pero aparece también en la edad adulta y sigue siendo una disyuntiva entre especialistas en dermatología, en cuanto a su asociación con el consumo de ciertos alimentos.
Cuando escuchamos la palabra acné de inmediato se nos viene a la mente la cara de un adolescente con granitos rojos.
Pero realmente el acné puede aparecer en otras áreas del cuerpo como el cuello, tórax y brazos, y lo que si tiene en común, es su impacto psicológico negativo.
Entre un individuo y otro es muy variable el número de glándulas afectadas, el tamaño, la ubicación, el grado de inflamación y el riesgo de infección.
De manera que lo ideal es recibir ayuda médica especializada para poder determinar el tratamiento requerido.
Causas del Acné
Nuestra piel se compone de diversas células entre las que se encuentran las encargadas de producir grasa para protegerla de los agentes externos.
Así como las células que conforman los folículos pilosos y las que nos dan nuestro color característico de piel (melanocitos).
Las hormonas femeninas y masculinas, tiene en mayor o menor medida su influencia sobre la actividad de las células.
De manera que durante la adolescencia temprana que es cuando se inicia la pubertad, existe un desequilibrio hormonal propio de la edad.
Algunos chicos y chicas tienen desequilibrios hormonales más acentuados que otros, y ciertos factores como la obesidad y predisposición genética para padecer de acné, hacen que se formen las llamadas espinillas que resultan tan molestas para muchos.
Además de esos factores individuales, existen muchas acciones que omitimos en el cuidado de la piel que pueden predisponer y facilitar la aparición del acné.
Dentro de las causas más comunes del acné tenemos:
1. Utilizar Productos Grasosos en la Piel.
Muchas personas aplican productos de venta libre para mantener la piel hidratada, lo cual no es mala idea, solo que muchos de éstos no tienen una formula específica sobre ciertos tipos de piel o el desconocimiento de la persona le hace escoger un producto que no es indicado para su piel.
De allí que muchas cremas disponibles en el mercado son para piel mixta, seca o grasosa, sin embargo no todos los organismos reaccionan igual y pudiera darse el caso que en lugar de hidratar a la piel, le otorga un exceso de grasa que termina obstruyendo las glándulas sebáceas.
2. No Retirar el Maquillaje
La persistencia del maquillaje sobre la piel de la cara durante tiempos prolongados, es también una causa bien determinada de acné pues cualquier producto que se aplique sobre ella y que permanezca durante largo tiempo, obstruye los poros de la piel.
Ese componente grasoso acumulado en las glándulas sebáceas va formando un compuesto que va generando una respuesta inflamatoria, entonces se inicia el calor, rubor y el aumento de tamaño característico del acné.
Es por ello que se recomienda a las damas que deben emplear maquillaje con recomendaciones por expertos dermatológicos de modo que sus componentes no sean nocivos para su rostro y que además sean retirados con jabones especiales, preferiblemente con pH neutro.
En nuestra actualidad existen cientos de productos como toallas húmedas, tónicos y jabones que permiten la limpieza óptima del rostro, los cuales deben ser empleados siempre que no se observe ninguna reacción sobre la piel.
3. Limpieza Incorrecta de la Piel
Muchas personas realizan limpiezas incorrectas de la piel, bien sea por no hacerlo frecuentemente, por no emplear ningún producto que elimine las toxinas del rostro o por hacerlo de forma incorrecta.
La presencia de partículas extrañas sobre los poros de la piel, va estimulando la respuesta inflamatoria característica del acné.
4. Edad
La pubertad es una etapa crítica para los adolescentes pues la tormenta hormonal que se está iniciando en su cuerpo, es responsable de aumentar la producción de grasa en la piel de la cara, cuello, tórax, brazos y espalda fundamentalmente.
Si a esos cambios hormonales le añadimos una limpieza incorrecta, falta de aseo personal adecuado con abundante agua y jabón, el resultado será un acné tan intenso.
Se ha visto un comportamiento distinto en mujeres hasta los 50 años, lo cual puede deberse a los cambios hormonales a los que se someten ellas con el uso de algunos anticonceptivos que pueden generar a largo plazo desequilibrio hormonal.
5. Reacción Medicamentosa
Existen cierto medicamentos especialmente aquellos que actúan sobre las glándulas del cuerpo, que se han asociado a provocar desequilibrios hormonales intensos que terminan aumentando la producción de grasa en la piel y con ello el acné.
Es importante evaluar el inicio del acné y la probable relación que tenga con el consumo de algún medicamento o modificación de su dosis.
Los medicamentos que más se han asociado a provocarlo son los esteroides y algunos antiinflamatorios.
6. Embarazo
La mujer en el embarazo entra en una etapa de cambios hormonales provocados por la propia placenta,
Ahora bien, a través del incremento de la progesterona, que alteran el metabolismo de las glándulas sebáceas en la piel y en consecuencia aparece el acné.
El acné en el embarazo es completamente normal y varía entre una mujer y otra en cuanto a intensidad y duración, y además puede ser que solo se presente en un momento determinado de la etapa de gestación.
7. Exposición Prolongada al Sol
El efecto de los rayos ultravioleta del sol puede contribuir a la inflamación en los poros de la piel, sumado al aumento de la producción grasosa como mecanismo de defensa para protegernos de la exposición solar.
Síntomas del Acné
Como hemos visto las lesiones que aparecen en la piel son muy características, de allí que debemos como padres estar atentos ante cualquier cambio en la piel de nuestros hijos adolescentes para iniciar algún tratamiento en caso de haber indicación.
Las lesiones que se presentan en la piel por acné pueden tener las siguientes características:
- Lesiones con un punto negro u oscuro.
- Granitos de aspecto inflamatorio: rojos, violáceos, calientes y elevados sin ningún punto de drenaje (comedones cerrados).
- Granitos con un punto blanco en su superficie o un poro libre (comedones abiertos). La presencia del punto blanco puede ser indicativo de infección.
- Irregularidades rojas o violáceas en la piel.
- Como vemos las formas de presentación son múltiples, y la recomendación es que se evite su manipulación para no sobre infectarlas y de ser posible buscar ayuda médica especializada para decidir el tipo de tratamiento que se debe aplicar.
Tratamiento del Acné
El tratamiento del acné va a variar dependiendo de la localización, tamaño y cantidad de las lesiones, y severidad en la inflamación. En funciones de ello se habla de varias opciones de tratamiento:
- Cremas, ungüentos, lociones, emulsiones.
- Tratamiento hormonal.
- Medicamentos sistémicos.
- Exfoliación con dermoabrasión, láser o química.
La elección será individualizada tomando en cuenta además otros factores sistémicos como la función renal, hepática y antecedentes personales de la persona afectada.