Una de las patologías que afecta a los países más desprotegidos o con bajos recursos económicos y deplorables condiciones de salubridad, es sin dudas, la fiebre tifoidea. Esta patología también ha registrado casos a través de los antecedentes históricos en países con mayores recursos y donde los indicadores de salud son mejores que el resto de las naciones.
En esta entrega, te hablaremos sobre la fiebre tifoidea, desde su agente causal, síntomas, ciclo epidemiológico, diagnóstico, tratamiento y demás aspectos. Así que, te invitamos a tomar asiento en el tren que nos conduce hacia la ruta con destino al conocimiento, ponte cómodo y prepárate para este fascinante viaje y sin más introducciones ¡empecemos!
¿Qué es la Fiebre Tifoidea?
Es una enfermedad infecciosa, contagiosa, de origen bacteriano (causada por el germen Salmonella typhi), que se presenta en mayor frecuencia en países poco industrializados o con indicadores socioeconómicos deplorables. Se presenta con mayor incidencia en los niños (siendo los más vulnerables en presentar complicaciones letales).
La fiebre tifoidea tiene su patrón infeccioso por el contacto de personas infectadas (así pasen de manera asintomática) hasta la ingestión de alimentos y líquidos (inclusive el agua) contaminadas. Presenta un ciclo epidemiológico (como cualquier enfermedad infectocontagiosa) y que a continuación te lo presentamos.
Ciclo Epidemiológico de la Fiebre Tifoidea
La fiebre tifoidea presenta una cadena epidemiológica compuesta por los siguientes elementos:
a. Agente Causal
La bacteria Salmonella typhi, controversialmente la Salmonella parathyphi A, B o C (aunque es objeto de discusión dichas variantes)
b. Reservorio
Hombre
c. Huésped Susceptible
Humanos
d. Vía de Transmisión
Por medio de la digestión, es decir al ingerir alimentos contaminados, teniendo su hábitat clave en el intestino delgado.
e. Período de Incubación
3 días hasta extenderse a las 3 semanas, teniendo como promedio de infección de 7 a 21 días.
f. Puerta de Entrada
Vía digestiva, lo que quiere decir oral-fecal.
g. Puerta de Salida
Vía digestiva, mediante los líquidos o sólidos de excreción como la heces y la orina.
Síntomas y Signos
En esta patología, la sintomatología inicia en un tiempo estimado de 1 a 3 semanas después de haber sido infectada la persona o huésped susceptible. Por lo general, los síntomas y signos aparecen de manera progresiva y entra en dos fases: precoz o temprana y la tardía o de convalecencia (posterior).
En la etapa precoz o temprana de la enfermedad es común presentar la siguiente sintomatología:
- Fiebre baja y que a medida que avanza la enfermedad tiende a presentar un pico elevado de 41 grados celsius
- Sudoración excesiva que puede llegar fácilmente a la deshidratación
- Dolor de cabeza intenso
- Dolores musculares y en algunos casos puede haber molestias articulares (sobretodo de las grandes articulaciones)
- Inapetencia y pérdida de peso
- Dolor tipo cólico abdominal generalizado, además de que el abdomen puede presentar distensión o ensanchamiento de dicha área
- Evacuaciones líquidas (diarreas) y algunas veces con estreñimiento
- Astenia (cansancio y debilidad)
- Puede presentar síntomas respiratorios como: tos seca y algunas veces con mucha frecuencia
- Rash en la piel (sarpullido o lesiones como si fueran alérgicas), en especial en el abdomen donde se pueden apreciar unas pequeñas manchas de color rosado, de menor calibre y diámetro
- Escalofríos
En la etapa posterior, tardía o de convalecencia de la enfermedad puede presentarse síntomas y signos de la siguiente manera:
- Delirios y alucinaciones
- Letargo mental
- Sangrado nasal
- Allgunas complicaciones como: shock séptico, hipovolémico (dependiendo de las hemorragias), estatus tifoideo, perforación intestinal y la muerte.
Factores de Riesgo
Es importante conocer los factores de riesgo o las condiciones susceptibles en las personas que pueden presentar este tipo de enfermedad. Dentro de las que se debe tener en cuenta las siguientes:
Personal de salud como médicos, enfermeros, personal de limpieza, obrero, laboratorista, entre otros que trabajen en un área hospitalaria o de atención integral en salud donde haya casos registrados.
Personas que vivan en un área endémica de esta enfermedad y que las condiciones higiénicos y sanitarias sean deplorables
Contacto íntimo o cercano de una persona infectada por Salmonella typhi.
Diagnóstico de la Enfermedad
Al inicio es un poco imperceptible realizar un diagnóstico certero sin la presencia de síntomas que oriente a la enfermedad. No obstante, en el curso evolutivo de la patología (fase temprana) es importante reconocer la sintomatología para llegar a la conclusión diagnóstica y posterior tratamiento efectivo.
Para diagnosticar la enfermedad es menester contar con un exhaustivo interrogatorio como: viajes recientes en especial a lugares o sitios endémicos o donde se haya registrado casos de fiebre tifoidea, buen examen físico y con la indicación de estudios paraclínicos con el objetivo de identificar la patología, sabiendo que es una infección mortal debido a sus complicaciones.
Los estudios analíticos que se recomiendan son los siguientes:
- Hematología completa
- Pruebas para determinar el tiempo de coagulación sanguínea como: protrombina, TP y TPT
- Cultivo de fluidos corporales como: urocultivo, hemocultivo, coprocultivo y de ser necesario estudios a profundidad de médula ósea para determinar la Salmonella typhi. Cabe resaltar que el estudio de la medular es el más sensible y concreto a la hora del diagnóstico de fiebre tifoidea.
- Anticuerpos: Es un paraclínico que permite detallar con mayor énfasis la presencia de las cadenas de ADN (ácido desoxirribonucleico) del agente causal en suero sanguíneo.
- Otras pruebas complementarias que se realizan son: Test de ELISA, estudio de LCR (líquido cefalorraquídeo) en caso de presentar meningitis tifoidea, pruebas hepáticas como: TGP, TGO y TGT (llamadas transaminasas), biopsia de tejido óseo y medular, entre otras.
Tratamiento y Medidas Preventivas
La pauta terapéutica junto con su objetivo es contrarrestar de manera oportuna y eficaz el germen causal Salmonella typhi y evitar que surjan las complicaciones que pueden comprometer la vida de las personas infectadas.
La antibioticoterapia es importante en el curso de la enfermedad tifoidea, los más empleados son:
a. Quinolonas
El uso de ciprofloxacino es recomendado para tratar la patología, su dosis es de 500 mg por vía oral durante 10-15 días continuos. Otro medicamento dentro de este grupo farmacológico que se recomienda son: la moxifloxacina, levofloxacina y la norfloxacina.
b. Macrólidos
La azitromicina es la de mayor eficacia, en dosis de 1 gr al primer día y que luego se pasa a la mitad de la dosificación, es decir 500 miligramos diarios por 6 días continuos. También se ha mostrado eficacia con otros medicamentos (de distintos grupos farmacológicos) como: co-trimoxazol, cloranfenicol, amoxicilina, y ceftriaxona, pero los tres primeros según estudios recientes han arrojado resistencias a la cepa de la Salmonella typhi.
c- También se puede emplear para el tratamiento de la agudización de los síntomas:
Administración de reposición de líquidos por vía intravenosa con el objetivo de evitar o tratar la deshidratación, cirugía en caso de que haya complicación por perforación intestinal.
Dentro de las medidas preventivas se recomienda la vacuna oral para atacar a los bacilos tifoideos vivos atenuados (cepa Ty21a), que se aplica a todas las personas o huéspedes susceptibles que realizan viajes o retornan provenientes de países endémicos o que hayan registrado casos sospechosos y confirmados. En algunos países como los Estados Unidos esta vacuna se aplica a partir de mayores de 6 años.
Otro aspecto a tomar en cuenta es el tratamiento y purificación de las aguas de consumo, los portadores deben ser aislado (método de cuarentena) para evitar posibles contagios y aumento de los casos en el cerco epidemiológico.
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