Hay diversos tipos de lumbalgia, unas más frecuentes que otras; dependientemente del mecanismo de producción que presenten pueden situarse o irradiarse en algún sitio de la zona lumbar y sus adyacencias.
A continuación, te presentaremos las lumbalgias más frecuentes y que por su localización, origen, síntomas asociados y demás aspectos son causa de muchos pacientes para acudir a la consulta médica. ¡Así que comencemos!
Tipos de Lumbalgia
Son diversas y dependientes del sitio y la causa que la origine se manifiesta en las personas de las siguientes maneras.
①. Lumbociatalgia
También se le conoce como lumbociática, muchos médicos lo colocan como una entidad diferente si solo afecta el nervio ciático. Pero esta variante de dolor lumbar, tiene su raíz en la parte baja de la espalda y a través de la red de fibras nerviosas que tienen su génesis en el nervio ciático que por compresión de los mismos, dicho dolor puede manifestarse en uno de los glúteos (trayectoria del nervio anteriormente descrito).
Desde el punto de vista anatómico, puede originarse desde la L4 hasta la S1. Mientras, que su causa puede deberse a una hernia discal, personas que conducen largas trayectorias, déficit de vitaminas del complejo B, en los deportistas al no realizar un calentamiento previo, sedentarismo, mala postura al dormir, entre otras.
②. Lumbalgia Aguda o Simple
Es un dolor referido solamente en la región baja de la espalda, los pacientes los describen como brusco, sin expandirse en otras áreas de la espalda (fijo) y de intensidad entre leve a moderada.
Las causas que provocan este tipo de lumbago son diversas, desde la realización de un esfuerzo o actividad física intensa, mala postura al sentarse o dormir, traumatismo reciente, entre otras.
Según su evolución y como su nombre lo indica es aguda, por lo que, su origen se basa en un tiempo no mayor de 15 días, aunque algunos facultativos médicos lo establecen con un lapso menor de 3 semanas.
③. Lumbalgia Crónica
Este tipo de dolor lumbar debe a su cronicidad, no solo por su período de tiempo instaurado, sino también, a la causa primordial que lo produce; desde traumatismos de data retrospectiva hasta alteraciones degenerativas de los discos pertenecientes a la columna lumbar, que son frecuentes en personas de la tercera edad.
Los que padecen este tipo de lumbalgia describen que es un dolor muy acentuado, que va y viene (intermitencia), que en dependencia de la posición que adopten al dormir o sentarse, el dolor va en creciente intensidad.
Su duración es de un lapso superior a los 30 días, se presenta más en horario nocturno antes de dormir o matutino al despertarse. En los estudios que definen este tipo de patología netamente muscular no describen ningún tipo de compromiso nervioso.
Por su posición anatómica, el dolor se presenta en la zona lumbar baja, inclusive con extenderse a la región glútea, puede presentarse en un lado (unilateral) y que tienden a provocar alivio en el reposo.
④. Lumbalgia de Origen Psicosomático
Es una de las más frecuentes y difíciles de diagnosticar debido a que su causa es algo desconocida o imprecisa. Por consiguiente, las personas que lo padecen tienden a describirlo de manera escueta o no específica.
A este tipo de lumbalgia también se le conoce como emocional, ya que el dolor se despierta cuando la persona pasa por procesos emocionales como: ira, ansiedad, depresión, sorpresa, inclusive alegría.
Otros tipos de lumbalgia que suelen confundirse con su génesis osteomuscular, son los provocados por causas renales (cólico nefrítico o por cálculo renal) de hecho muy frecuente, los de causa cardiovascular como: aneurisma de la aorta abdominal; de origen gastrointestinal como: enfermedad de Crohn, distensión abdominal irradiado a la zona lumbar; de etiología genitourinaria como: prostatitis, endometriosis, entre otras.
En correspondencia al carácter del dolor, es uno de los menos intenso, y cuando se presenta los pacientes lo tienden a describir como una ligera molestia que va desde la parte baja de la espalda y en algunas ocasiones suele presentarse en la región glútea.
En conclusión, la lumbalgia sea cual fuera su causa y su tipología, debe ser identificada y tratada a través de métodos físicos y medicamentosos para la curación y/o rehabilitación de las personas en sus labores cotidianas.
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