Las afecciones digestivas que se originan en el estómago o enfermedades gástricas son tratadas por diversos medicamentos. Acá, explicaremos para qué sirve el omeprazol.
¿Qué es el Omeprazol?
Es un fármaco que actúa en el tracto digestivo, siendo protector del estómago y forma parte del tratamiento empírico de enfermedades digestivas.
Además, integra el grupo de los fármacos digestivos inhibidores de la bomba de protones junto con el esomeprazol, lanzoprazol, pantoprazol, entre otros.
Su vida media dentro del organismo es de 1 a 1.2 horas aproximadamente, teniendo como principal vía metabólica el hígado y su excreción la renal (orina) y por las heces.
En cuanto a sus formas de presentación se pueden conseguir en tabletas revestidas, comprimidos y soluciones inyectables.
Partiendo de las características básicas del omeprazol, pasaremos a continuación a detallar otros aspectos de este fármaco digestivo.
¿Para qué Sirve el Omeprazol?
La indicación de este protector de la mucosa gástrica está destinada para eventos que provoquen alteración de la capa que recubre el estómago y evitar que sea agredida por el ácido clorhídrico.
Por otro lado, es uno de los tratamientos idóneos en el curso de la gastritis ocasionada por la bacteria Helicobacter pylori, participando con la triple terapia antibiótica.
Además, se puede usar ante la presencia de acidez, reflujo gastroesofágico, vómitos frecuentes y diarreas, estos últimos como protector del estómago en tales eventos.
En resumidas cuentas, el omeprazol es indicado en la gastritis, síndrome de Zollinger-Ellison (hiperproducción de ácido clorhídrico), ulcera gástrica, reflujo gastroesofágico, entre otras.
Mecanismo de Acción del Omeprazol
La acción del omeprazol es proteger las células ubicadas dentro de la mucosa que recubre el estómago, la cual, se ve vulnerable a la secreción del ácido clorhídrico.
Al aparecer el ácido clorhídrico, el omeprazol inhibe su potencia en un 85% de su actividad, partiendo del bloqueo en la expulsión de protones dentro de la bomba protónica.
Por otro lado, su actividad en el pH, se considera como un alcalino de poca acción. No obstante, la concentración del omeprazol en las células parietales es fundamental.
A su vez, produce la depleción o bloqueo de la enzima H+-K+-ATPasa y como producto final, inhibe la bomba de protones.
Reacciones Secundarias
Generalmente, el omeprazol tiene buena tolerancia dentro del organismo. Aunque, no quiere decir que no pueda presentar efectos secundarios.
Los efectos secundarios pueden ser leves o moderados, estos últimos en menor frecuencia y duración.
Los síntomas iniciales ante una reacción de este tipo son dolor cólico abdominal, diarreas, vómitos, náuseas., estreñimiento o constipación y flatulencia.
También, pueden originarse otros síntomas digestivos como sequedad en la boca, inflamación en las encías y en los casos más raros; candidiasis oral.
Asimismo, existen evidencias de elevación de las enzimas hepáticas, depresión, confusión mental, malestar general, somnolencia, calambres musculares y adormecimiento en extremidades.
Finalmente, se han registrado otros síntomas o signos de ginecomastia (desarrollo mamario en hombres), trastornos hormonales y endocrinos, además alteraciones auditivas y visuales.
Contraindicaciones del Omeprazol
La indicación del omeprazol está sujeta a diversos eventos como la aparición de úlcera gástrica crónica y maligna, además, de antecedentes de problemas en el funcionamiento del hígado.
Según estudios recientes, existe una asociación del omeprazol con alteraciones en el hígado y en la absorción de la vitamina B12, la cual, se aconseja no administrar el medicamento ante tales situaciones.
Los resultados de otros estudios han relacionado a dicho protector gástrico con la aparición de cáncer estomacal, aunque, dichas evidencias, en algunas ocasiones han sido desmentidas.
En cuanto a las precauciones, la administración del fármaco en el embarazo está sujeta a consideración, puesto que no hay demostraciones de que traspase la barrera hematoplacentaria.
Del mismo modo en la lactancia materna, aunque no existe evidencia de que el fármaco se excrete por la leche de la madre.
Para concluir, debes acudir al médico ante la aparición de síntomas o si deseas consultar en caso de dudas. Recuerda que la automedicación no es sana consejera.
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