La gastritis y la úlcera gástrica son tratadas por medicamentos inhibidores de la bomba de protones. En esta entrega, explicaremos para qué sirve el pantoprazol.
¿Qué es el Pantoprazol?
Es un medicamento digestivo, perteneciente al grupo de los inhibidores de la bomba de protones y familia farmacológica del omeprazol, lanzoprazol y esomeprazol.
Su aplicación es enteramente práctica en el tratamiento de afecciones digestivas como reflujo gastroesofágico, hiperproducción del ácido clorhídrico en el estómago o en la gastritis.
Por otro lado, su biodisponibilidad es más alta que sus homólogos del mismo grupo farmacológico, siendo aplicado de manera frecuente en enfermedades que afecten a la mucosa gástrica.
Viene en tabletas revestidas, comprimidos, cápsulas recubiertas y solución para inyección, partiendo de allí, están las vías de administración: oral y parenteral.
Tomando en cuenta estos aspectos básicos del pantoprazol, pasaremos a continuación a describir más acerca de este potente protector gástrico. ¡Acompáñanos!
¿Para qué Sirve el Pantoprazol?
Al inicio se hizo mención de algunas acciones que realiza este fármaco dentro del tracto gastrointestinal; una de ellas es evitar la aparición de la secreción en exceso del ácido clorhídrico.
Además, es utilizado en el tratamiento empírico y de primera línea en las enfermedades de la cavidad gástrica como úlceras y gastritis (inflamación de la mucosa del estómago).
Asimismo, es el pilar fundamental junto con otro protector gástrico (omeprazol) en el tratamiento del Síndrome de Zollinger-Ellison, la cual, consiste en la hipersecreción del ácido clorhídrico.
Sus acciones son similares al de otros fármacos protectores del estómago como el omeprazol y esomeprazol, solo por citar estos dos.
Mecanismo de Acción del Pantoprazol
La acción del medicamento es similar al de los otros fármacos del grupo de los inhibidores de la bomba protónica.
El pantoprazol al entrar en el organismo digestivo, actúa en las células parietales del estómago, de allí, bloquea la producción de ácido clorhídrico, agente que puede alterar la mucosa gástrica.
Por otro lado, el medicamento posee dos enlaces que se unen en sitios distintos de la membrana en las células secretoras del ácido, bloqueando así su acción.
Al inducir dicha unión por los enlaces, el fármaco produce este efecto protector por 24 horas, aumentando así su pH, por ello, son alcalinos dependientes.
Reacciones Secundarias
Al igual que el omeprazol y otros grupos de inhibidores de la bomba protónica, el pantoprazol es un fármaco bien tolerado por el organismo y es esporádico que aparezcan efectos secundarios.
De presentarse síntomas asociados a una reacción adversa al medicamento, pueden ser leves, desde ligeras molestias abdominales como cólicos, nauseas, vómitos y evacuaciones.
Otros trastornos gastrointestinales como constipación o estreñimiento, eructos y flatulencias, pueden aparecer pero de forma transitoria e infrecuente.
Por otro lado, la aparición de un sarpullido generalizado o rash cutáneo, insomnio y elevación de la glicemia (azúcar) en sangre son pocos frecuentes a la hora de presentarse.
Sin embargo, estudios controles han determinado la asociación de los fármacos inhibidores de la bomba de protones con la elevación de las enzimas hepáticas, ictericia y síndrome de Stevens-Johnson.
Contraindicaciones del Pantoprazol
Los pacientes con hipersensibilidad a este medicamento o que previamente hayan presentado alergia al componente no se les debe administrar el pantoprazol.
Con respecto a los antecedentes de problemas hepáticos graves, deben ser valorados previamente por el médico para su administración, aunque, algunos estudios recomiendan no aplicarlo.
En el caso de las mujeres embarazadas y que estén en lactancia materna, se recomienda consultar con su médico para la administración del medicamento.
Por consiguiente, no hay estudios que arrojen resultados negativos con la colocación del pantoprazol en el embarazo ni que se excrete por la leche materna.
Sin embargo, recientemente se ha demostrado que el pantoprazol se excreta en la leche materna y que podría generar reacciones secundarias al bebé.
Para finalizar, te recomendamos que ante cualquier duda o síntomas que presentes, acudas al médico. La automedicación es un arma de doble filo.
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