Las infecciones bacterianas son tratadas por medicamentos antibióticos, que dependiendo del tipo y grupo del germen son indicados. Aquí, explicaremos para qué sirve la ampicilina.
¿Qué es la Ampicilina?
Es un fármaco antibiótico del grupo betalactámico y que se origina de la penicilina, siendo un medicamento sintético o denominado aminopenicilina.
Dentro de su composición química presenta un grupo amino que facilita la protección de su estructura o anillo betalactámico y un conjunto carboxilo que activa la unión con su homólogo.
Por otro lado, su acción es considerada de amplio espectro, puesto que actúa en contra de gérmenes Gram positivos como los negativos.
A su vez, su actividad es netamente bactericida, que más adelante en su mecanismo de acción se explicará con denuedo.
Partiendo de estas generalidades básicas de la ampicilina, abordaremos a continuación otros aspectos más relevantes de este antibiótico de amplia gama.
Mecanismo de Acción de la Ampicilina
Su efecto o mecanismo de acción es típico de todos los fármacos antibióticos betalactámicos y es que actúan en la pared celular de la bacteria.
Previamente, mencionamos que es de amplio espectro, ya que, ataca a los gérmenes positivos y negativos, de allí, su carácter principal es de matar la bacteria (bactericida).
En la pared bacteriana, inhibe la síntesis de diversas proteínas, bloqueando la unión de las mismas con otros receptores, provocando muerte o lisis de dicha estructura celular.
Por consiguiente, sin poseer la pared celular, la bacteria no puede replicarse y mucho menos conseguir proteínas que permitan su subsistencia y finalmente, mueren por esta acción del antibiótico.
En resumidas cuentas, la ampicilina no solo actúa en la pared bacteriana, sino en el crecimiento de conexión con el peptidoglicano, evitando su formación y desarrollo.
¿Para qué Sirve la Ampicilina?
Su utilidad es contrarrestar el efecto de la bacteria y por su amplio espectro, atacar a gérmenes sensibles a la ampicilina.
En el ámbito médico, es indicado en afecciones bacterianas del oído, aparato respiratorio, infecciones en la piel, sistema renal y en abscesos dentales.
Por otro lado, su utilización ante infecciones provocadas por la Salmonella, Listeria monocytogenes y por el meningococo es como medida de elección.
La ampicilina puede combinarse con otros medicamentos para potenciar su efecto y ante infecciones más extensas como en la celulitis (infección en la piel) y ántrax.
En cuanto a los gérmenes que son susceptibles a la ampicilina son Shigella, Proteus mirabalis, Escherichia coli, Salmonella typhi y paratyphi, Neisseria gonorrhoae, estafilococos, enterococos, meningococos, entre otros.
Reacciones Adversas
Por lo general, el medicamento es bien tolerado, salvo en que exista una reacción de hipersensibilidad o alergia al componente de la ampicilina.
De aparecer efectos secundarios o reacciones adversas van desde síntomas gastrointestinales como diarreas, vómitos, náuseas y dolor abdominal simulando un cólico.
Asimismo, pueden aparecer sarpullido generalizado o rash cutáneo, urticaria y aparición de ronchas en la piel.
Existen evidencias de aparición de infección vaginal por cándidas en la mujer, debido al origen penicilínico del fármaco.
Finalmente, las afecciones respiratorias como dificultad para tragar y respirar, tos frecuente y obstrucción bronquial son síntomas típicos en reacciones secundarias graves.
Contraindicaciones de la Ampicilina
La ampicilina está contraindicada cuando exista reacción de hipersensibilidad al componente, por lo cual, no se debe administrar, lo mismo con antecedentes de alergia a la penicilina.
Ampicilina en el Embarazo y Lactancia
El uso de la ampicilina durante el embarazo es catalogado como uno de los medicamentos más seguro de administrar en esta fase de gestación.
Por lo tanto, estudios preliminares no han demostrado alteración en las crías de ratas de laboratorio ni tampoco que haya provocado malformaciones congénitas durante el embarazo.
A su vez, las mujeres que se encuentran dando de pecho al bebé (lactancia materna) deben tener precaución a la hora de administrar el fármaco, ya que, no hay evidencia de seguridad en esta etapa.
Ante cualquier duda que tengas es recomendable visitar o consultar con tu médico de confianza.
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