Las enfermedades bacterianas son tratadas con medicamentos antibióticos y dependiendo de su grupo; son específicos en su acción. Aquí, detallaremos para qué sirve la claritromicina.
¿Qué es la Claritromicina?
Es un fármaco antibiótico perteneciente al grupo de los macrólidos (un conjunto de medicamentos que son utilizados para tratar agentes bacterianos o en la antibioticoterapia).
Su aplicación ha sido como pilar fundamental dentro de afecciones por gérmenes en la piel, sistema respiratorio alto y bajo, enfermedades de transmisión sexual, entre otras.
El origen del fármaco data de la década de los 70 y fue auspiciado por científicos japoneses como sustitutivo de otro grupo familiar, la eritromicina.
A su vez, su radio de acción va en contra de gérmenes Gram positivos y negativos, por lo tanto, su actividad es de amplio espectro.
Tomando en consideración, las citadas características de la claritromicina, pasaremos a continuación a detallar otros aspectos relevantes de este macrólido.
Mecanismo de Acción de la Claritromicina
Los macrólidos ejercen una función similar a otros conjuntos de medicamentos antimicrobianos, en especial, evitando el proceso de traducción de las proteínas en el ribosoma bacteriano.
Asimismo, impiden que los ribosomas de la bacteria se conecten con la subunidad 50s y a su vez, bloquean la síntesis proteica de los gérmenes.
Anteriormente se mencionó, que son ideales ante infecciones provocadas por gérmenes Gram positivos y negativos, pero no poseen un espectro tan amplio como las penicilinas o betalactámicos.
Actúan en contra de bacterias como Neisseria gonorrhoae, Haemophilus influenzae, Helycobacter pylori, Legionella, Streptococcus pneumoniae y Stafylococus aereus, entre otras.
¿Para qué Sirve la Claritromicina?
La utilización del fármaco es idónea ante enfermedades como faringitis, amigdalitis, neumonía, bronquitis de evolución crónica y sinusitis.
También, es parte del tratamiento ante complicaciones de enfermedades inmunitarias como el VIH-SIDA, siendo un complejo de afecciones oportunistas y canal de sobreinfecciones.
Asimismo, la claritromicina es útil ante gérmenes ocasionales de infecciones en la piel, partes blandas y como tratamiento sustitutivo en personas alérgicas a los betalactámicos o penicilina.
Efectos Secundarios y Contraindicaciones
Las reacciones secundarias que suceden con mayor frecuencia son las que se originan en el tracto digestivo como diarreas, vómitos, náuseas y cólicos abdominales.
También, los pacientes que se les ha colocado tratamiento con claritromicina han referido sensación de sabor extraño en la boca como metálico o agrio.
Además, existe referencia de acidez estomacal y ardor, aspecto que puede similar a una gastritis provocada por el Helycobacter pylori.
Otros efectos secundarios son dificultad para tragar y respirar, urticaria, rash cutáneo o sarpullido generalizado y dolor de cabeza intenso.
Por su parte, las contraindicaciones están sujetas a los pacientes con alergia al fármaco o cualquier otro macrólido, y con problemas en el corazón y en el tratamiento de rifabutin, cizaprida o terfenadina.
Vía de Administración y Presentación
Las vías de colocación o administración de la claritromicina dependen de las formas de presentaciones.
Para la vía oral hay presentaciones en tabletas (adultos) y en polvo suspensión pediátrica (niños).
Por su parte, la vía parenteral que se divide en intramuscular y endovenosa viene en polvo para inyección, la cual se puede colocar en ambas formas.
Claritromicina en el Embarazo y Lactancia
En caso de que te encuentres embarazada o si sospechas de estarlo, es recomendable que visites a tu médico antes de administrar la claritromicina.
No hay resultados convincentes de que pueda provocar efectos teratogénicos, sin embargo, es aconsejable acudir al médico para detallar la posible acción del riesgo-beneficio.
Por otro lado, en las mujeres que están dando de pecho (lactancia materna), no se recomienda su uso, salvo en eventos clínicos donde el beneficio supere al riesgo.
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