Los tipos de obesidad tienen su origen en clasificaciones que consideran el índice de masa corporal total (IMC), la distribución del tejido graso y otras causas.
Para conocer la composición real del cuerpo y el riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus, se calcula el índice de masa corporal.
Considerando la talla y el peso se hace el cálculo del IMC y en función de eso se clasifica como normal, pasando por sobrepeso o los distintos tipos de obesidad.
Obviamente mientras mayor sea el grado de obesidad, mayor riesgo de adquirir enfermedades crónicas tendrá la persona, así como otra serie de complicaciones relacionadas con la obesidad.
En función de eso, se hacen recomendaciones nutricionales, medidas farmacológicas y cambios en el estilo de vida que permitan ir reduciendo el IMC para lograr obtener un peso normal.
Tipos de obesidad según el grado de riesgo
En el 2007 se estableció el consenso de la Sociedad Española para el estudio de la obesidad (SEEDO 2007) que determinó una clasificación según el IMC de la siguiente manera:
- Obesidad tipo I: el IMC se encuentra entre 30 y 34,9 y se considera de bajo riesgo para desarrollar enfermedades crónicas.
- La obesidad Tipo II: IMC entre 35 y 39,9, y el riesgo para patologías asociadas es moderado.
- Obesidad tipo III: IMC entre 40 y 49,9 además conocida como obesidad mórbida, tiene un alto riesgo de complicaciones.
- Obesidad tipo IV: IMC superior a 50. Esta categoría de obesidad es también denominada obesidad extrema.
Tipos de obesidad según la distribución de la masa corporal
La anatomía entre ambos sexos, difiere mucho especialmente en cuanto a la distribución de la grasa y a la masa muscular de cada cual.
La contextura física de una persona va determinada por su código genético, estilo de vida, alimentación, actividad física y hábitos psicosociales.
Dependiendo de estos factores, habrá una tendencia de la grasa a depositarse en ciertos lugares y de acuerdo a ello en el SEEO 2007 se establecieron 3 tipos de obesidad:
a. Obesidad de distribución homogénea
Es la obesidad cuya distribución es uniforme sin una mayor tendencia a depositarse en determinados lugares del cuerpo.
b. Obesidad periférica o en forma de pera (Ginoide)
Las mujeres tienen mayor tendencia a padecer este tipo de obesidad, en la que el tejido adiposo se acumula en las caderas principalmente.
Aunque suele resaltar la figura femenina de la mujer, la obesidad ginoide se asocia a mayores alteraciones vasculares, especialmente relacionadas con el retorno venoso de las piernas.
Además la obesidad periférica también predispone a la aparición de lesiones óseas como las artrosis de rodilla y tobillos principalmente.
c. Obesidad central, abdominal o en forma de manzana (Androide)
En la obesidad central existe una mayor acumulación de grasa en la cara, tórax y abdomen lo que incrementa el riesgo de padecer alteraciones cardiovasculares, dislipidemias y diabetes.
La obesidad androide es más frecuente en el sexo masculino, por lo que guarda cierta relación con el aspecto endocrino del hombre y característicamente diferenciable de la mujer.
Tipos de obesidad según la causa
No siempre una persona es obesa por comer en exceso, pero claramente hay un desequilibrio entre la ingesta alimentaria y el grado de actividad física, guardan una estrecha relación.
La velocidad del metabolismo en las personas es muy distinta según el paso del tiempo y también depende de otros factores neurológicos, endocrinológicos y gastrointestinales.
Por eso existen algunas personas que no tienen mayores precauciones a la hora de comer y no engordan, mientras que otras aumentan de peso con pequeñas porciones hipercalóricas.
Si nos alimentamos de forma balanceada, el riesgo de aumentar de peso es bajo; nuestro organismo debe ingerir las calorías diarias que requiere para mantener un peso ideal.
El consumo excesivo de calorías generará sobrepeso que podría progresar a obesidad; la falta de calorías, producirá disminución de peso. Acá te explicaremos los tipos de obesidad según la causa:
1. Obesidad nerviosa
La obesidad nerviosa es consecuencia de trastornos psiquiátricos como la ansiedad, depresión y el estrés que terminan generando mayores deseos de comer alimentos hipercalóricos o muchas veces durante el día.
2. Obesidad por enfermedades endocrinas
Las enfermedades endocrinas son una causa bien conocida de obesidad especialmente las alteraciones del eje hipófisis-hipotálamo, glándulas suprarrenales, páncreas y hormonas sexuales.
3. Obesidad dietética
La obesidad dietética es el resultado de malos hábitos alimentarios basados en grandes cantidades de alimentos no saludables y sedentarismo.
4. Obesidad por desajuste
El desajuste se refiere a la falta de saciedad que estimula el hambre y la necesidad de comer muchas veces al día, producto de alteraciones metabólicas.
5. Obesidad por defecto termogénico
Ocurre de forma secundaria a la incapacidad del organismo para quemar calorías adecuadamente.
6. Obesidad genética
La obesidad genética es consecuencia de una predisposición genética, familiar y hereditaria de padecer cualquier grado de obesidad.
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