Las vitaminas son nutrientes esenciales para nuestro organismo ya que lo ayuda a mejorar su funcionamiento, es importante saber su efecto específico.
En esta entrega conocerás las vitaminas que son importantes e indicadas por los médicos y nutricionistas para fortalecer el cerebro, mejorar sus funciones y preservar la salud de este vital órgano.
Por lo que, te invitamos a disfrutar de una espléndida aventura con destino al conocimiento, toma asiento y ponte cómodo, y sin más preámbulos, decimos la palabra clave ¡empecemos!
Para conocer más de cerca sobre estos nutrientes, es importante saber:
¿Qué son las Vitaminas?
Son aquellos compuestos derivadas de sustancias, enzimas y otros componentes heterogéneos, capaces de mejorar y fortalecer el funcionamiento del organismo, desde el punto de vista anatómico, fisiológico, histológico y celular.
Estas sustancias que son aportadas por la alimentación y que sirven como fuente de almacenamiento a nuestro cuerpo, son distribuidas por medio de la sangre hacia los tejidos y órganos que requieren de dichos complementos.
La deficiencia de las vitaminas es considerada avitaminosis, y los efectos primarios y secundarios de dicha enfermedad conlleva a consecuencias que pueden ser graves con suma importancia en niños y ancianos.
A continuación te presentamos las vitaminas que son útiles para mantener un cerebro fortalecido y saludable:
7 Vitaminas Esenciales para Nuestro Cerebro
1. Vitamina D
Una de los nutrientes o sustancias que influyen de manera positiva para la correcta fisiología de nuestro cerebro, es sin lugar a dudas esta vitamina.
Su fuente de obtención es por la alimentación rica en calcio encontrados en la leche y sus derivados (margarina, mantequilla, queso, etc), así como se adquiere en cereales, hígado animal, pescado de agua saladas y los huevos.
Otra forma de adquirir la vitamina D, es por medio de la acción directa de la luz solar, mediante los haces luminosos que entran en contacto con el cuerpo y son sintetizados en su constitución nutricional.
No obstante, este complemento es usado para prevenir la osteoporosis y en los niños, una enfermedad llamada raquitismo y que constituyen una avitaminosis de la misma.
Sin embargo, se ha demostrado que la vitamina D es esencial para las personas de la tercera edad y su utilidad se basa en la prevención de enfermedades demenciales que afectan a este grupo poblacional.
2. Vitamina B1
Este nutriente forma parte del complejo vitamínico del grupo B. La B1 o como se le conoce científicamente como tiamina, es hidrosoluble (es decir, de disuelve en agua).
Su obtención se debe a la alimentación de componentes de hidratos de carbonos (carbohidratos), se encuentra en cereales, trigo, avena, arroz, harinas, nueces, carne de cerdo, patatas, algunos tubérculos, productos lácteos, entre otros.
Su acción es potenciar el efecto metabólico del piruvato (encargado de la glucólisis o degradación de los componentes precursores de la glucosa en nuestro organismo).
Entre sus funciones ayuda al crecimiento y desarrollo de las diversas células del organismo y a nivel cerebral participa en la activación de sus fisiología y como fuente de energía para el sistema nervioso.
El déficit de la tiamina conlleva a alteraciones nerviosas como: ansiedad, depresión, estrés, espasmos musculares (calambres), pérdida de la concentración, cansancio, debilidad, entre otras enfermedades.
3. Vitamina B6
Perteneciente al grupo B del complejo vitamínico, es homólogo de la tiamina (B1) y se le conoce como piridoxina.
Su forma de adquisición es por medio de suplementos o por la dieta. Esta última basada en una alimentación rica en carbohidratos como: levaduras, trigo, harina, soja, frutos secos, carne magra, plátanos, entre otros.
Sus funciones son: producir energía para activación de los diversos sistemas corporales. Favorece la formación y crecimiento de los glóbulos rojos, sistema inmune y en el desarrollo de las fibras nerviosas.
A nivel cerebral es usado para fortalecer la memoria y aportar nutrientes para favorecer el crecimiento neuronal. Así como ser de analgésico y antiinflamatorio ante patologías nerviosas o musculares.
El déficit de la piridoxina puede conllevar a enfermedades inmunológicas como en el caso de la anemia y/o fragilidad de los glóbulos rojos.
4. Vitamina B12
Uno de los componentes esenciales del grupo B. Es hidrosoluble y participa en el metabolismo de nuestro organismo. También se le llama cobalamina.
La obtención de esta vitamina se da por dos vías: por suplementos y por la alimentación. En la dieta se puede conseguir en las nueces, cerdo, pescado, legumbres, semillas, linaza, cereales, lácteos, huevo, hígado, entre otros.
Entre sus funciones podemos ver que fortalece las fibras nerviosas, ayuda al cerebro a la concentración y memoria, además de ser partícipe en el crecimiento de las neuronas y los glóbulos rojos.
Su déficit conlleva a una anemia, estrés y espasmos musculares.
5. Vitamina A
Funciona como antioxidante, fortalece la visión, ayuda en la formación de células del organismo sobretodo las inmunes y las óseas. Además de prevenir eventos cerebrovasculares.
Su forma de adquisición es por suplementos y alimentos ricos en retinol y carotenos como: zanahoria, auyama, hígado animal, leche, mora, fresa, brócoli, remolacha, linaza, entre otras.
La deficiencia de esta vitamina puede producir patologías como alteraciones de la vista (ceguera) y trastornos en las células que revisten la córnea.
6. Vitamina K
Es liposoluble y su función es participar en la coagulación de la sangre. Además de favorecer el crecimiento y desarrollo de los huesos, transportar proteínas a los tejidos y permitir la oxigenación sanguínea.
Viene en presentación de ampollas y su utilidad es preservar la sangre de cualquier evento que lo perturbe y eso incluye órganos dianas como: corazón, cerebro, pulmones, riñones entre otros.
7. Vitamina C
El ácido ascórbico es muy útil para combatir el estrés oxidativo debido a su propiedad antioxidante. También como transmisor de la dopamina a nivel cerebral y protector de este importante órgano.
La vitamina C se obtiene en suplementos y la dieta. Los alimentos ricos en esta sustancia nutritiva son: cítricos, cebolla, pimientos, aceites vegetales, vinagre, kiwi, nueces, entre otros.
La deficiencia del ácido ascórbico conlleva a enfermedades como: escorbuto que afecta tanto a niños como adultos, siendo más frecuente en la población infantil.