¿Qué es la Zona de Confort? hoy te lo explicamos, pero primero piensa lo siguiente:
Si se evalúa el punto anterior, desde una perspectiva más introspectiva, es probable que cualquier sujeto hable de los eventos y situaciones que marcaron su presente a causa de su pasado. Destacando también, aquellos elementos que disfruta o no en su actual realidad.
Ahora bien, quizás las premisas pasadas fortalezcan la incógnita sobre ¿que esperar del futuro?, esto porque desde la infancia, se le ha enseñado al ser humano una multitud de conocimiento, obviando así el factor más importante. La confianza en sí mismo.
Existe una concepción social bastante burda, sobre la autoconfianza, puesto que, la creencia del hombre en sí, se ha visto interpretada como una característica de personas déspotas, prepotentes y poco humildes. Contesta la siguiente pregunta: ¿Te han dicho alguna vez una de estas frases?
- Trabaja duro para lograr lo que deseas.
- El éxito supone sacrificios.
- El esfuerzo de hoy es el placer de mañana.
- Mantén los pies en la tierra.
- Soñar es una pérdida de tiempo.
Si tu respuesta es afirmativa, es una pena, pues la única forma de conseguir las metas es soñando con lo que se desea, ponerle fecha de caducidad y trabajar para alcanzarlo. Esto puede garantizar el éxito para el futuro, pero dependerá de lo que se crea.
En este sentido, es posible romper paradigmas y transformar la realidad anterior, para eso, solo es necesario definir algunos conceptos básicos, entenderlos y ponerlos en práctica. Iniciando con el término zona de confort.
¿Qué es la Zona de Confort?
La zona de confort, es una frase metafórica utilizada para denominar el entorno que domina un sujeto a la perfección, en el se desenvuelve de manera cómoda y segura. Este se integra, por situaciones y cosas que resultan agradables, sean conocidas o no, por ejemplo:
- Ir de pie en el autobús a diario a tu trabajo.
- Las demandas de tu jefe.
- Sentarte en el mismo lugar en el cafetín de la empresa o colegio.
- Disfrutar de tu pareja.
- Discutir con tus padres.
- Hábitos.
- Rutinas.
- Conocimientos
- Comportamientos
Los ejemplos anteriores son elementos de la zona de confort, pues son aspectos que integran la vida de un sujeto y que conoce a la perfección.
Las Zona de Confort y la Zona de Aprendizaje
La zona de aprendizaje, es la línea próxima a la zona de confort, esta favorece la visión que el hombre posee del mundo.
La zona de aprendizaje se fortalece cuando un individuo descubre cosas nuevas, viaja, aprende nuevos idiomas, experimenta sensaciones diferentes, enriquece sus puntos de vista, conoce otras culturas o interacciona con personas distintas.
En este sentido, esta zona les permite experimentar, observar, renovar, descubrir, educarse. Lo que genera pasión en el individuo o por el contrario le asusta, consignándolo a su zona de confort, ya que salir de ella representa un verdadero peligro.
La Zona de Peligro
Más allá de la zona de aprendizaje puede generarse la llamada zona de pánico y está integrada por todas aquellas personas que desean mantenerse dentro de su espacio de comodidad. Ya que sostienen que pueden ocurrir catástrofes.
En ella, las siguientes frases son comunes:
- Seguro que puedes
- Y ¿si algo sale mal?
- Vas a fracasar
Estas afirmaciones son repetidas por los hombres que desarrollan un apego fortalecido a su zona segura, transformándola en un espacio mágico de protección, en vista de que allí no podría ocurrir nada malo. Alimentando la falsa creencia de que salir de allí es no poder volver a entrar.
Lo anterior se debe a una percepción equivoca del cambio, cambiar no es sinónimo de perder, es sinónimo de transformar. Cuando se sale de la zona de confort se evoluciona, expandiendo la zona de aprendizaje y generando a su vez un incremento en los niveles de desarrollo personal.
La necesidad de una persona en mantenerse dentro de la zona mágica, puede significar también una proyección del miedo a la perdida de lo que se tienes y se es. Aquí es pertinente resaltar lo que expresa el siguiente refrán “perdiendo también se gana”
Para apreciar está perdida como una ganancia, debe tenerse en cuenta dos elementos la tensión emocional, que funge como ancla hacia tu zona de confort y la tensión creativa que significa un impulso directo a la zona de aprendizaje. Ellas son dos fuentes opuestas, de esta manera generan una lucha interna agotadora.
En este orden de ideas, para que la correcta salga victoriosa en esta batalla, tendrá que prevalecer la emoción y motivación ante el miedo a fallar, la vergüenza y las criticas del entorno. Eso es conquistable si se reconocen para enfrentarlos.
7 Consejos para Salir de tu Zona de Confort
- Cree en ti.
- Gestiona tus miedos.
- Aumenta tu autoestima.
- Observas las diferentes opciones que integran tu realidad.
- Plantéate un sueño y desarrolla una ruta para su conquista.
- Reflexiona sobre tu misión de la vida e incrementa tu tensión creativa
- Busca tu motivación y acciona.
Seguir los consejos anteriores, respondiendo las interrogantes de ¿Qué?, ¿Para qué? y ¿Por qué? Olvidando los prejuicios, hará posible experimentar el placer de perseguir los sueños, seguramente el principio será complicado e inestable, pero posteriormente se regresará a la zona de confort.
Entrar en la zona de aprendizaje, supone tener paciencia, metas claras, planes concretos y autoconfianza. Siempre manteniendo una actitud perseverante y positiva.
Finalmente, con las informaciones y recomendaciones anteriores será posible materializar cualquier objetivo. El elemento faltante, radica en atreverse a soñar mientras se conquista cada entuerto del camino, es imprescindible reconocer también la condición humana si se falla, pero es obligatorio volverlo a intentar siempre con mayor pasión e intensidad, hasta que sea verdad.
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