Quizás te hayas preguntado cuál huella estás dejando, cuál es tu legado, qué es lo que te hace único y por lo cual la gente te reconoce. Todas estas reflexiones forman parte de la esencia humana. Trascender y ser mejor persona, son deseos innatos en los humanos aunque a veces no seamos conscientes de eso.
Cuando no estamos alineados con este propósito comienza la sensación de malestar, algo dentro de nosotros nos impulsa a buscar algo más y muchas veces no sabemos lo que es.
Te presentamos a continuación algunos tips que te permitirán construir una mejor versión de ti.
Tu Puedes ser Mejor Persona
1. Motivación Adecuada
Para que un cambio ocurra debe haber algo que lo impulse, un motor, una razón; especialmente si se trata de un cambio profundo del ser o en la manera de hacer las cosas.
Encontrar la motivación adecuada, cuando esto no es claro, es el primer paso en ese giro que sientes debes darle a tu vida, pero no sabes por dónde empezar.
Comienza por revisar en ti mismo tus ¿para qué?, plantéate esta pregunta en cada área de tu vida, en lo que haces actualmente, y allí encontraras motivos para continuar, renovar, avanzar y buscar nuevas metas.
2. Impulsa tu Superación Personal
La superación personal implica un crecimiento integral, un aumento en tu conocimiento, no solo a nivel técnico o profesional.
Se trata de un aprendizaje en su sentido amplio, saber quién eres, tus luces y tus sombras, mejorar tus hábitos, vivir de un modo consciente.
Estas son solo algunas aristas que pueden contribuir además con tu motivación personal y que van generando cambios profundos en tu ser.
3. Entrena tu Inteligencia Emocional
El mundo emocional es fundamental para nuestro bienestar, el tener un estado afectivo saludable se evidencia en nuestro exterior con facilidad.
Es por eso que aprender a reconocer las propias emociones y canalizarlas de manera adecuada se hace necesario para mantener relaciones sanas con nosotros mismos y con los demás.
Igualmente aprender a reconocer las emociones en los otros, cultivar la empatía en nuestras interacciones con los demás, es la base para nuestras habilidades sociales y manejarnos así de la mejor forma posible.
4. Actitud Positiva
Aprende a reconocer tus aspectos positivos, tus logros, tus talentos, toda esa gama de atributos que te han permitido alcanzar muchas cosas, aunque a veces no des el crédito que merece.
No se trata de ser irrealistas, o negar nuestras propias limitaciones, sino de evitar que los tropiezos opaquen completamente lo bueno que hay en ti.
No alimentes los pensamientos intrusos que se convierten en obstáculos, elimina el hábito de buscar excusas o de encontrar solo la falla.
Asume cada reto con la mejor actitud y ya tendrás un resultado favorable en tus manos.
Los problemas y las dificultades existen, no se pueden negar y no es saludable hacerlo tampoco.
5. Valora el Optimismo
Sin embargo, pensar continuamente que las cosas saldrán mal o que las circunstancias siempre serán adversas, es otro extremo inadecuado.
Las crisis son oportunidades para sacar lo mejor de ti, para activar la creatividad, para generar mejores ideas o para acercarte a los tuyos.
De alguna manera u otra habrá siempre algún aspecto que rescatar de toda circunstancia adversa que se presente.
6. Aprende a Reconocer la Felicidad
Habrás escuchado alguna vez la frase “cuando éramos felices y no lo sabíamos”, ¿será posible ser feliz sin darse cuenta? Quizás, si se está tan concentrado en la meta que no se disfruta el camino.
La felicidad es un sentimiento permanente, no una emoción momentánea o circunstancial, es un estado de plenitud en el cual la persona debería poder reconocer aquello que la alimenta.
Vive de manera consciente disfrutando de cada pequeña experiencia favorable, no es necesario sentir una alegría muy intensa para que necesariamente signifique que se es feliz.
7. Practica el Altruismo
Ser altruista, es decir, ser capaz de tender una mano a otro sin esperar nada a cambio, es una actitud, una manera de vivir, no solo una elección casual o aislada.
No es necesario tener mucho dinero para involucrarte en una obra social, puedes ofrecer incluso tu tiempo en alguna actividad como voluntario.
Este tipo de experiencias brinda un aporte a nivel personal que es invaluable y resulta transformador y renovador a la vez.
Tener además este tipo de experiencias ayudando a otro que quizás se encuentre en una posición mucho más vulnerable que tú, puede cambiar la perspectiva de las cosas.
8. Agradecimiento
Has notado cuánto tiempo pasas quejándote y cuántas veces agradeces por algo de tu vida, si observas que la balanza se inclina más hacia la queja es hora de parar.
Mantener una actitud de agradecimiento no significa conformarse, es aprender a valorar lo pequeño para disfrutar mucho mejor las cosas más grandes.
9. Incluye Hábitos Saludables
Hacer ejercicio con regularidad, mantener una dieta balanceada, dormir lo suficiente, son hábitos que demuestran amor y respeto por nuestro cuerpo.
Es la mejor manera de cuidar nuestra salud, sentirnos bien y con la energía suficiente para poder lograr todo lo que se ha descrito anteriormente.
Si nuestro cuerpo se siente débil o enfermo, difícilmente podremos mejorar nuestra actitud, sentirnos felices o relacionarnos de forma positiva con los demás.
10. Cultiva tu Espiritualidad
Y así como cuidamos nuestro cuerpo, es necesario también alimentar y nutrir nuestro mundo interior, considerar esos aspectos más profundos dentro de nosotros.
Somos seres integrales y se ha demostrado que aspectos como el propósito de vida tienen un impacto importante en nuestra salud mental.
El trabajo interior forma parte del desarrollo personal y facilita la gestión emocional y el manejo de nuestros pensamientos.
Hacer a un lado estos elementos puede causar a la larga un vacío existencial.
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